«L´INCONNU DU LAC» (2013) - ALAIN GUIRAUDIE

 ... es verano y estamos en una luminosa playa francesa. Un puñado de hombres toman el sol desnudos, se bañan, se miran, se desean, follan entre los cercanos matorrales... A menudo esos intercambios sexuales son fríos y rápidos, sin sentimientos que se puedan interponer... Otras veces, en un alarde de generosidad, esos hombres pueden compartir el reducido territorio que es su toalla y establecer una conversación siempre encaminada al posterior polvo.
Así son las cosas en esta playa francesa, dominada por cuerpos atléticos, cuidados y bronceados, donde nadie pretende ir más allá e intentar una relación más seria y duradera. De hecho, los que lo intentan acaban teniendo problemas.
Alain Guiraudie, el director, nos lo cuenta de manera pausada y despojada, con secuencias largas, sin cortes, donde predominan los planos fijos. Estas secuencias iniciales transcurren por el día y muestran una fotografía excesivamente luminosa, quemada por momentos, donde todo es perfectamente reconocible, incluidas las intenciones.
La película abarca varias jornadas, pero no aparecen más localizaciones. Todo tiene lugar ahí, en esa playa, en medio de un territorio dominado por la urgencia del deseo y la carne. Y es justamente ahí donde se produce un giro inesperado: la aparición del cuerpo de un hombre ahogado, del que nadie parece preocuparse salvo un inspector de policía que comienza a husmear y a hacer preguntas. Es a partir de este momento cuando la historia y las relaciones entre los personajes se empiezan a complicar y de repente el verano se vuelve sombrío.
La trama policiaca se abre paso en un entramado de oscuras relaciones y de personajes no menos oscuros, como esos siluros que se rumorea que se mueven por el fondo de las aguas del lago comiéndose todo lo que pillan; como Michel (Christophe Paou), personaje tan perturbador como peligroso, que gracias a su físico y a su cautivadora personalidad es capaz de dominar a los demás y ejercer sobre ellos su poder sexual, incluido Franck (Pierre Deladonchamps), el protagonista de esta película, enamorado hasta el tuétano de Michel pero capaz al mismo tiempo de sentir simpatía por Henri (Patrick D'Assumçao), un tipo apocado, obeso y bonachón, que parece no tener muy clara su condición sexual. Así de contradictoria es el alma humana, grande y profunda como esa masa de agua en la que se solaza este grupo de hombres pero bajo la cual se oculta lo desconocido del lago. O quizás el título alude a ese grupo de homosexuales practicando intercambios carnales con desconocidos, si es que acaso es posible llegar alguna vez a conocer a alguien en profundidad.
Y mientras tanto la noche, las sombras, la confusión... se cuelan en la película y la fotografía se va haciendo cada vez más oscura, hasta hacer casi imperceptibles los cuerpos y las caras en la enigmática e hipnótica secuencia final...

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