En la pág. 409 de "Las armas y las letras", de Andrés Trapiello, uno se da de bruces con un personaje secundario y desconocido, pero con una peripecia vital curiosa:
"En la República se saludó al poeta onubense José María Morón, autor de un único libro, Minero de estrellas, que entusiasmó a Antonio Machado, como la encarnación del nuevo poeta proletario y del intelectual nuevo y comprometido. Su aparición tundió el firmamento literario y poético español con poderoso aldabonazo. Durante la guerra, y después de ella, fueron muchos los que le creyeron muerto en el frente republicano o asesinado por las autoridades nacionalistas. Se le escribieron elegías como a Lorca. Al mismo tiempo él escribía odas a Franco y a Arrese, su protector. Solo treinta años después, alguien le descubrió llevando una vida gris y silenciosa, primero como contable de una imprenta, luego como funcionario de tercera: había luchado con los franquistas desde el primer día para salvar su vida, como secretario forzoso de FE, después de haberlo sido de Izquierda Republicana."
"En la República se saludó al poeta onubense José María Morón, autor de un único libro, Minero de estrellas, que entusiasmó a Antonio Machado, como la encarnación del nuevo poeta proletario y del intelectual nuevo y comprometido. Su aparición tundió el firmamento literario y poético español con poderoso aldabonazo. Durante la guerra, y después de ella, fueron muchos los que le creyeron muerto en el frente republicano o asesinado por las autoridades nacionalistas. Se le escribieron elegías como a Lorca. Al mismo tiempo él escribía odas a Franco y a Arrese, su protector. Solo treinta años después, alguien le descubrió llevando una vida gris y silenciosa, primero como contable de una imprenta, luego como funcionario de tercera: había luchado con los franquistas desde el primer día para salvar su vida, como secretario forzoso de FE, después de haberlo sido de Izquierda Republicana."