... Roberto (Lorenzo Quinteros) es un oscuro vendedor de seguros que intenta ser novelista. Solo necesita una palabra que le abra la puerta a una gran historia que pueda novelar. Y es ahí donde entra Estela (Noemí Frenkel), una hermosa joven a la que conoce cuando está a punto de suicidarse lanzándose al metro. El encuentro fortuito cambiará la vida de Roberto. La familia de Estela es una familia decadente y al borde del naufragio: un padre desaparecido y al que la madre recorta de las fotos; Claudio (Hugo Soto), un hermano que se mueve por territorios cercanos a la locura y que va eliminando palabras de su vocabulario y anotándolas en una pared; José (Pablo Brichta), el hermano que se va deslizando progresivamente hacia las turbias aguas del mundo del hampa; Mario (Andrés Tiengo), el tercer hermano, que está construyendo un avión en la terraza de la casa; la madre (Sara Benítez), que todavía se pregunta qué pudo salir mal; y la propia Estela, que se prostituye para llevar algo de dinero a la casa. Roberto tiene un filón entre sus manos, le bastará observar a esta familia de náufragos, estudiarlos como haría un entomólogo y escribir sobre ellos su anhelada novela. Solo hay un problema: el observador afecta a lo observado y lo observado también afecta al observador. Roberto, novelista en ciernes, no tarda en descubrir que él es otro náufrago más, que vive una vida que no le gusta, con una mujer a la que no ama y un trabajo que lo aliena como a esos otros zombis con los que a diario se cruza en el metro.
La película se desarrolla en Buenos Aires, tanto en el centro como en una periferia miserable, en los transportes públicos: trenes, autobuses, subtes... medios que pueden llevarle a uno a otro lugar pero al mismo tiempo pueden acabar con su vida. Onírica, poética, filosófica, literaria, Últimas imágenes del naufragio es una cinta de corte existencialista y con un gran guión, que se mueve entre la vida real y la ficción literaria, con una voz en off que Eliseo Subiela sabe manejar a la perfección y unos diálogos perfectos. Junto a Hombre mirando al sudeste y El lado oscuro del corazón, es una de los mejores filmes del realizador argentino...