«FOUR HOURS AT THE CAPITOL» (2021) - JAMIE ROBERTS
«ANTIFA» - MARK BRAY (II)
«La derecha alternativa presenta el feminismo, la liberación gay y el antirracismo como aspectos de una hegemonía contranatural e idiotizante de lo políticamente correcto. Con ello, ha otorgado a muchas personas blancas racistas, especialmente hombres, una formulación «rebelde» con la que dar rienda suelta a lo que venían pensando todo este tiempo. Los fascistas y los supremacistas blancos han aprovechado este filón de reclutas».
«La derecha alternativa no ha creado a Trump. Pero es evidente que él ha considerado que el potencial político de esta es lo suficientemente alto como para hacerse eco de sus principales propuestas y para deshacerse en halagos hacia sus figuras más destacadas. Es el caso de Alex Jones, el virtuoso de las teorías de la conspiración, a quien elogió cuando fue invitado a su programa de radio, Infowars. Tanto Trump como la extrema derecha han sabido aprovechar la ansiedad generalizada entre los conservadores blancos ante el rápido declive de los valores «tradicionales» de Estados Unidos. Una preocupación que gira en torno al hecho de que están perdiendo la «batalla» demográfica (en el plazo de una generación ya no van a ser la mayoría de la población); de que están perdiendo la guerra cultural, con la legalización del matrimonio homosexual; de que se acepta cada vez más la noción de «privilegio blanco»; de que la lucha de las personas de raza negra está en alza; de que ya no se tolera la «cultura de la violación», o de que la identidad y los derechos de las personas transgénero ganan legitimidad continuamente. Es más, el elitismo liberal y el neoliberalismo han consolidado sentimientos reaccionarios entre muchas personas blancas de clase obrera. No obstante, no se puede pasar por alto el hecho de que la proporción del electorado de raza blanca que apoyó a Trump es casi idéntica a la que votó por Mitt Romney, cuatro años antes. Es decir, no hay que exagerar la idea de que su victoria se debe en exclusiva a una reacción de respuesta de estos votantes. En buena medida, no fue Trump el que ganó, sino Clinton la que perdió. Sea como sea, la campaña de Trump otorgó a la derecha alternativa una tribuna desde la que movilizar la ira blanca contra el feminismo, contra la campaña Black Lives Matter, contra los musulmanes y los inmigrantes latinoamericanos. Su victoria envalentonó a los supremacistas blancos, explícitos e implícitos. Dio nuevas energías a los racistas, más allá de los resultados en las urnas».
«BORAT SUBSEQUENT MOVIEFILM: DELIVERY OF PRODIGIOUS BRIBE TO AMERICAN REGIME FOR MAKE BENEFIT ONCE GLORIOUS NATION OF KAZAKHSTAN» (2020) - JASON WOLINER
... Borat Subsequent Moviefilm sigue la línea marcada por su precedesora Borat (2006): humor grueso, escatológico incluso, de la mano del actor Sacha Baron Cohen; chistes sobre mujeres, gitanos, judíos... Aun así, tiene algunos momentos graciosos —como ese en que Borat se cuela, disfrazado de Donald Trump, en un mitin del partido republicano— y es una crítica al american way of life, evidenciando sus paradojas más sangrantes, y más concretamente a Trump y sus secuaces (por momentos se diría que la película está haciendo campaña política en contra del hombre del tupé rubio ante unas elecciones inminentes). El argumento de la cinta gira en torno a la novia que el gobierno de Kazajistán (y que no es otra que la propia hija de Borat Sagdiyev) le quiere regalar a Mike Pence, el mujeriego vicepresidente de los Estados Unidos, y ganarse así el apoyo hacia su país. Como la película es de 2020, era inevitable que se colocara el bicho en el guión, de hecho se propone una rocambolesca teoría sobre el origen del Covid-19 y su expansión por todo el mundo. Hacia el final de Borat Subsequent Moviefilm aparece una entrevista con Rudolph «Rudy» Giuliani, el que fuera alcalde de Nueva York, primero demócrata, luego independiente y finalmente republicano, y que ahora cuestiona el recuento de votos en las pasadas elecciones en Estados Unidos; pues bien, el bueno de Giuliani no deja de babear ante los encantos de la periodista entrevistadora, la hija de Borat, hasta el punto de intentar seducirla ante la mirada de la atónita cámara y meterse en un dormitorio con ella...