Mostrando entradas con la etiqueta PALESTINA. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta PALESTINA. Mostrar todas las entradas

«IT MUST BE HEAVEN» (2019) - ELIA SULEIMAN

 ... comedia dirigida, interpretada y producida por el palestino Elia Suleiman. El protagonista, el propio Elia, es un personaje que no habla y cuya expresión es de extrañeza hacia el mundo, como si no entendiera muy bien lo que pasa o como si el mundo fuera un lugar hostil hacia él, en particular, y en general hacia todos sus habitantes. Elia parte de Nazareth, la ciudad en que vive, y recorre grandes metrópolis del mundo como París o Nueva York buscando apoyos para su último proyecto cinematográfico. En todas partes percibe algo parecido: uso de la fuerza del poderoso contra el débil, evidenciado en forma de abusos policiales (hay varias secuencias donde numerosos policías acosan a un solo individuo y a veces usan la violencia), trasunto sutil de la opresión israelí sobre Palestina; tecnología hostil, a la manera en que ya reflejara Jacques Tati; egoísmo, como en esa divertida secuencia de las sillas en un parque donde los viandantes se pelean, de manera civilizada pero sin tregua ni respeto alguno, por quedarse con las sillas y así poder tomar el sol... Elia bebe, fuma sin parar, pasea con su inseparable sombrero, escribe, presenta su obra a diferentes productoras que le reciben cordialmente, con amables productores que están muy a favor de la causa palestina pero que lamentablemente rechazan los proyectos de Elia («un palestino no de Israel, sino de Palestina» como dice Gael García Bernal, uno de los actores) por no encajar con lo que buscan esas productoras o por ser proyectos «poco palestinos».
Las secuencias de Elia Suleiman están cuidadosamente preparadas, coreografiadas incluso, con influencias claras de Jacques Tati, Charlie Chaplin o Buster Keaton, pero, a diferencia de ellos, en sus gags subyace un trasfondo de intencionalidad política, que es muy evidente en la historia que cuenta el conflicto que Elia tiene con un vecino suyo en Nazareth que le roba los limones de su limonero, a pesar de que el limonero está dentro de su huerto.
En It Must Be Heaven el mundo es un lugar lleno de calles desiertas, con cierta atmósfera apocalíptica a veces, de suburbios inquietantes... pero donde también hay tranquilas terrazas de bares donde sentarse a observar a los transeúntes o apacibles parques repletos de gente. Tanto en un caso como en otro, la atmósfera se va enrareciendo y la violencia puede estallar en cualquier momento.
La música de la banda sonora es una mezcla de temas de música árabe (Yasmine Hamdan, Asmahan, Sabah Fakhry...) con algunos clásicos de la música occidental (Leonard Cohen, Nina Simone), y con otras canciones donde lo oriental y lo occidental se funden (Offering, de Ravi Shankar y Philip Glass; I Put A Spell On You, versioneada por Natacha Atlas)...