En la tinta china está el
luto del Arte.
La luna pone en el bosque
luz de cabaret.
Al matar la polilla nos
deja un polvillo de seda robada.
El bebé se saluda a sí
mismo dando la mano a su pie.
Los inválidos esperan en
los bancos públicos a que les retoñe el brazo o la pierna que perdieron.
-¿Hay peces en el sol?
-Sí, pero fritos.
La T está pidiendo hilos
de telégrafo.
En las cajas de lápices
guardan sus sueños los niños.
No confiéis demasiado en
vuestro propio corazón, porque él os fallará en definitiva.
Hay quien se reserva para
dar limosna a los pobres que haya a la puerta del cielo.
El que se despierta de la
siesta al atardecer, nota que le han robado el día mientras dormía.
Un segundo es idéntico a
los siglos: es un siglo en miniatura.
Las algas que aparecen en
las playas son los pelos que se arrancan las sirenas al peinarse.
El agua no tiene memoria:
por eso es tan limpia.
En los ojos
mefistofélicos del gato se ve un resquicio del infierno.
El genio es toda la
paciencia y toda la impaciencia reunidas.
Para estar completamente
solos tendríamos que desprendernos de nosotros mismos.
La lluvia es triste
porque nos recuerda cuando fuimos peces.
La morcilla es una
transfusión de sangre con cebolla.
Aburrirse es besar a la
muerte.
El coleccionista de
sellos se cartea con el pasado.
La sandía es una alcancía
de ocasos.
El poney es el hijo
sietemesino del caballo.
La eñe tiene el ceño
fruncido.
Mineros: vendimiadores de
carbón.
En la fuente que corre se
desangra el mundo.
La castaña pilonga sabe a
bisabuela arrugada y cariñosa.
Los pellizcos estrangulan
lunares.
El desierto es la patria
de los puntos suspensivos.
El pájaro tiene manos de
niño.
Los que fechan cualquier
cosa con números romanos —MCMXXXV— son unos MMMEMOS.
En la noche alegre la
luna es una pandereta.
El niño intenta sacarse
las ideas por la nariz.
En el papel de lija está el
mapa del desierto.
Entre los carriles de la
vía del tren crecen las flores suicidas.
Cuando sacan todas las
cosas de su bolso parecen policías de sí mismas.
El mapamundi nos sirve el
mundo como un par de huevos fritos.
Los días de lluvia, el
«Metro» se convierte en submarino.
Mataba el tiempo
vengándose de antemano de lo que el tiempo iba a hacer con él.
La amnistía es la amnesia
del delito.
Lo más caro de la
naturaleza es el rocío que sólo se expende con cuentagotas.
Biblioteca pública es el
sitio en que se comienzan todos los libros y no se acaba ninguno.
La Biblia es un libro en
el que todos estamos aludidos.
Habría que llamar también
a los bomberos en caso de infundio.
Un papel en el viento es como
un pájaro herido de muerte.
El matrimonio es la carta
de amor certificada.
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