... ME ACUERDO
619-Me
acuerdo de algo que pasó ayer en el autoservicio Dia de mi barrio. Delante de
mí, en la caja, una madre con un carro con un bebé dentro y otro niño al lado.
La mamá ha desplegado todos los artículos comprados y se dispone a pagar. Suena
la alarma, algo ocurre con su compra. Todos se preguntan qué está pasando y la
madre es la primera en interpelar a su hijo si ha cogido algo y se lo ha
escondido. Varios pares de ojos, incluido el mío, convergen sobre el crío, convertido ahora en
sospechoso, que no entiende nada de nada, al tiempo que su madre se sonroja y
se excusa diciendo que hace un rato el muchacho se fijó en una bolsa de
caramelos. Jamás había hecho algo así, añade. La cajera anima, en tono
paternalista, al chaval para que si ha cogido algo lo devuelva. La madre: ¿no
querrás ser un chorizo? El niño, frunciendo el ceño y sin comprender de qué se
le acusa, se defiende: Yo no he comido chorizo (sic). Llega la superintendente
del Dia (o sea, la otra empleada (solo hay dos)) y somete al crío a una prueba
pericial: a ver, niño, entra y luego sal. El crío obedece y no salta la alarma.
¡Inocente! Disculpas por ambos bandos, sonrisas. A veces salta la alarma sola,
arguye alguien, mientras la tranquilidad, una tranquilidad low cost, vuelve a instalarse
en el Dia...
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