109-Me acuerdo de que cuando éramos pequeños casi todos nuestros problemas de tipo médico se resolvían por vía anal: bien con los siempre engorrosos supositorios, bien -en el peor de los casos- con inyecciones en la nalga administradas por un psicópata. Esto explica, al menos en cierta medida, la mala hostia de toda una generación.
110-Me acuerdo de que cuando era pequeño y tenía problemas médicos acudía con mi madre a una pequeña clínica llena de madres con niños pequeños con problemas médicos. En la clínica sólo había dos batas: la de don Jorge, el médico de cabecera, el poli bueno, el del fonendoscopio, el que te regalaba el palo de madera con que te acababa de examinar la lengua; y la de don Paco, el practicante (supongo que porque practicaba el genocidio de niños), el poli malo, el asesino de sonrisa siniestra, el... Cuando se entraba en aquella clínica se palpaba cierto nerviosismo en el ambiente, se olía el sudor propio de los mataderos...
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