"MIS CUATRO ESTACIONES" (3) - Hablando de Antonio Vega


Los siguientes fragmentos han sido extraídos del libro "Mis cuatro estaciones", de Juan Bosco (editorial Lunwerg). Son dos anécdotas descacharrantes de la vida de Antonio Vega.

Página 185:

Una vez que andaba sin trabajo, bastante jodido y le propuse a la oficina hacer el trabajo de road manager con un artista y me dieron una gala de un tío. Yo conducía. Y para romper un poco el hielo le pregunté: "Oye, ¿y cuando cantas sueles calentar la voz antes de subirte?". "Pues la verdad es que no, tío, rara vez." "¿Y la guitarra, los dedos?" "No te creas, es que se me olvida, pero mira, ahora que lo dices voy a calentar un poco la voz: Probando, probando, uuuuuuuno, uuuuuno." Y le digo: "Hombre, eso es para probar el micro, no para probar la voz". Y me dice el tío, que era así medio andaluz, medio gitanillo: "Ah, ¿zi? ¿Y qué ce hace?". "Pues cantar, ¿tú qué canción vas a cantar?" "Pues una que dice así" y se pone a cantar. Le digo para calentar la voz se hacen cosas así. "Ahhhhhhh. ¡No jodas! ¡Van a pensar que estoy loco!". "Pero si no te va a ver nadie, lo haces en el camerino y calientas la voz. Como vayas con esa mentalidad, no vas a llegar a nada, tú tienes que calentar la voz antes de subir a cantar y calentar la voz es hacer una serie de ejercicios igual que el que entrena para luego una carrera." "¿Una carrera de qué?" "Una carrera cualquiera, varios tíos corriendo y antes de empezar hay que calentar un poco para luego correr." "Ah... pues ya me dirás qué ejercicios tengo que hacer para calentar la voz." En el camerino le digo: "Mira, vamos a hacer esto para calentar la voz". Y me dice que no, "Si ya he hecho yo mucho ejercicio". "¿Qué ejercicio has hecho?" Pues yo cuando hacía gimnasia había unas tablas y..." ¡se había puesto a hacer gimnasia! "Pues nada tío, haz lo que quieras, vuelve al uno dos uno dos probando y ya está. Dilo un montón de veces y ya verás cómo calientas la voz". Fue tremendo, tremendo... Estoy intentando recordar cómo se llamaba, me parece que se llamaba Amando y era un tío que había grabado para el sello Novola, el sello de Los Brincos, te estoy hablando de hace un montón de años.

Página 228:

Una de las situaciones más surrealistas que le toca vivir a Antonio sucede precisamente aquí, en Bilbao. Desde hace semanas tiene una una nueva obsesión: la fotografía. Hace fotos continuamente y se lo toma como un juego más. Una noche un amigo le deja su moto y Antonio va a Bilbao a hacer fotos. A las 4 o las 5 de la mañana se encuentra un coche de municipales en el puente del Ayuntamiento. Le paran y al pedirle los papeles le empiezan a endosar una multa por no llevarlos encima. De pronto, dos coches aparecen a toda velocidad por detrás de Antonio dirigiéndose hacia ellos, pero al estar la moto y el coche de los municipales cortando el paso el primer coche pega un frenazo y dos hombres salen pistola en mano pegando tiros. Son etarras huyendo. En el segundo coche hay una pareja de nacionales. Al ver la situación, los municipales también se ponen a disparar formándose un fuego cruzado de libro. Antonio, en medio de aquel jaleo, se tira debajo del coche de los municipales y se queda allí agazapado, pero los dos terroristas les hacen retroceder, uno de ellos acaba también debajo del coche de los municipales. El etarra le pega una colleja y le suelta: "Baja la cabeza que si no te matan estos te pego un tiro yo". Antonio bajó la cabeza y en unos minutos que parecen horas la situación se despeja. Los dos etarras son detenidos.
Los municipales tranquilizan a un Antonio alteradísimo por la situación y amablemente le llevan a casa. Al llegar y contárselo a Teresa ésta casi se desploma. Es cierto que a Antonio le ocurren todo tipo de cosas inusuales, pero acabar en medio de un tiroteo es demasiado. Lo mejor de la historia es que dos meses más tarde le llegó la multa por no tener los papeles de la moto encima.

No hay comentarios:

Publicar un comentario