Año 2001. Urbanización de lujo Altos de la Cascada, en Buenos Aires. El lugar es un micromundo, aislado y protegido del exterior, habitado por gente adinerada, donde interactúan entre sí las cuatro parejas protagonistas y sus hijos (excelente el elenco de actores). La vida no puede ser más apacible para este grupo de hermosos y ricos: partidos de tenis, fiestas, veladas de póquer... La situación general del país y la posterior declaración del corralito harán que poco a poco este paraíso artificial se tambalee, afectando de un modo trágico a la vida de los protagonistas, hasta culminar con la aparición de tres hombres ahogados en una piscina.
Coproducción hispano-argentina, basada en el libro del mismo título de Claudia Piñeiro. Narrada en forma de thriller, la película va y viene, mediante flashbacks que se alternan con el presente, indagando en la causa última de las tres muertes. Los protagonistas se saben privilegiados, son conscientes de que para que uno pocos vivan bien muchos han de pasarlo mal, filosofan en sus reuniones sobre la vida, la riqueza, la familia, la incomprensión de los hijos... Sus preocupaciones últimas son siempre de tipo económico: poner a buen recaudo su fortuna, antes de que los atrape el corralito. Todo es apariencia en esta urbanización, y hasta el guardia encargado de vigilar trafica con drogas. Sabemos de lo que está ocurriendo en el mundo de afuera -violencia, saqueos, enfrentamientos con la policía- por ciertas alusiones, por lo que vemos en la televisión, pero nunca de una forma directa, pues nunca salimos de Altos de la Cascada. La película comienza con todos sus personajes vestidos de blanco -paraiso idílico y puro- y se va ensombreciendo conforme se acerca al final, hasta acabar con todos los personajes vestidos de negro en el funeral por las tres muertes.
Coproducción hispano-argentina, basada en el libro del mismo título de Claudia Piñeiro. Narrada en forma de thriller, la película va y viene, mediante flashbacks que se alternan con el presente, indagando en la causa última de las tres muertes. Los protagonistas se saben privilegiados, son conscientes de que para que uno pocos vivan bien muchos han de pasarlo mal, filosofan en sus reuniones sobre la vida, la riqueza, la familia, la incomprensión de los hijos... Sus preocupaciones últimas son siempre de tipo económico: poner a buen recaudo su fortuna, antes de que los atrape el corralito. Todo es apariencia en esta urbanización, y hasta el guardia encargado de vigilar trafica con drogas. Sabemos de lo que está ocurriendo en el mundo de afuera -violencia, saqueos, enfrentamientos con la policía- por ciertas alusiones, por lo que vemos en la televisión, pero nunca de una forma directa, pues nunca salimos de Altos de la Cascada. La película comienza con todos sus personajes vestidos de blanco -paraiso idílico y puro- y se va ensombreciendo conforme se acerca al final, hasta acabar con todos los personajes vestidos de negro en el funeral por las tres muertes.
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