... el neoyorquino barrio de
Brooklyn como última salida, como antesala del infierno. Un barrio dominado por las más bajas pasiones, un lugar peligroso, especialmente al caer la noche, convertido en una trampa mortal de alcantarillas humeantes, habitada por putas, yonquis, travestis, pandilleros... Se trata de un mundo no apto para idealistas, donde la injusticia está a la orden del día, controlado por hombres que ejercen su dominio en forma de violencia, y a menudo lo hacen en grupo, contra todos aquellos que son más débiles: las mujeres, los niños, los transexuales... Las abundantes secuencias de violencia están magníficamente coreografiadas e impactan por su realismo. Brooklyn como epítome del mundo; el barrio convertido en una espiral donde cada acción violenta genera una reacción de igual o mayor violencia y donde la única vía de escape parece ser el sexo, con mujeres y travestis que ofrecen sus cuerpos por un puñado de dólares, o el alcohol y las drogas, como evasión espacial y temporal de un infierno de clase trabajadora llamado Brooklyn, pero que podría tener cualquier otro nombre. Estamos ante una clase trabajadora que concibe el trabajo como una condena y que solo parece aspirar a tener algo de dinero para follar y emborracharse. Eso sí, al menos esos trabajadores tienen conciencia de clase y saben que la única manera de defender sus derechos es en forma de resistencia, de huelga, y no dudan en enfrentarse contra la policía (los únicos autorizados a ejercer la violencia para mantener el
statu quo) en sangrientas batallas campales, reflejadas en la película de una manera épica... Con todo, no son las única salidas, también se puede montar una familia, aunque sea accidental por no haber tomado las debidas precauciones y trayendo al mundo una criatura que ya desde bebé va a comprender que ha venido al mundo a llorar. La otra escapatoria es alistarse en el ejército —la cinta está llena de militares buscando emociones fuertes en medio de un tenebroso territorio donde las pandillas no dudan en enfrentarse a ellos— y largarse a algún lugar lejano donde ejercer la violencia contra un enemigo desconocido. Esta es la sombría visión del mundo que nos ofrece el alemán
Uli Edel (
Yo, Cristina F.,
R.A.F. Facción del Ejército Rojo) en esta notable película, adaptación de
Desmond Nakano sobre la novela del mismo nombre de
Hubert Selby Jr y con banda sonora a cargo de
Mark Knopfler...
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