... muy interesante y valiente el último libro de Antonio Maestre, «Infames». Entresaco unos fragmentos: «Considerar a Melitón Manzanas víctima del terrorismo es un insulto a la integridad moral de las víctimas del terrorismo. Ponerle a él o a Carrero Blanco en el mismo lugar que a Miguel Ángel Blanco o a Ernest Lluch es solo una muestra de la capacidad que puede tener un relato para intoxicar la memoria de manera despreciable. Si Melitón Manzanas es víctima del terrorismo, se debe a una decisión política que nace de la victoria de los triunfadores de la Guerra Civil también durante la transición»...
... «Yugoslavia, antinacionalismos y Fuenlabrada. Una extraña mixtura que se entiende cuando se conoce la historia del Partizán de Fuenlabrada. En septiembre de 1991 la FIBA obligó a los equipos de Yugoslavia a buscar sede fuera del país debido a la situación de inseguridad y tensión que se vivía en su territorio por una guerra de tensiones nacionalistas que acabaría con decenas de miles de muertos y las escenas más crueles desde la Segunda Guerra Mundial en Europa. El Partizán de Belgrado, Partizán de partisano, eligió el pabellón Fernando Martín en la localidad obrera al sur de Madrid, y les acogimos como si fueran los nuestros. El equipo de Zeljko Obradovic como entrenador y Sasha Djordjevic como joven estrella comenzó a sorprender a todos en la Euroliga, y la comunión con la afición fuenlabreña fue instantánea. El pabellón se llenaba para animar a un equipo de serbios y al croata Ivo Nakic, una muestra de que el compañerismo puede a los conflictos. La prensa española no comprendió que en un encuentro con el Joventut de Badalona la afición del sur de Madrid animara con pasión a sus partisanos de Belgrado. Y seguirán sin comprenderlo. No importa. Eran serbios y croatas, pero eran el Partizán de Fuenlabrada»...
... «Yugoslavia, antinacionalismos y Fuenlabrada. Una extraña mixtura que se entiende cuando se conoce la historia del Partizán de Fuenlabrada. En septiembre de 1991 la FIBA obligó a los equipos de Yugoslavia a buscar sede fuera del país debido a la situación de inseguridad y tensión que se vivía en su territorio por una guerra de tensiones nacionalistas que acabaría con decenas de miles de muertos y las escenas más crueles desde la Segunda Guerra Mundial en Europa. El Partizán de Belgrado, Partizán de partisano, eligió el pabellón Fernando Martín en la localidad obrera al sur de Madrid, y les acogimos como si fueran los nuestros. El equipo de Zeljko Obradovic como entrenador y Sasha Djordjevic como joven estrella comenzó a sorprender a todos en la Euroliga, y la comunión con la afición fuenlabreña fue instantánea. El pabellón se llenaba para animar a un equipo de serbios y al croata Ivo Nakic, una muestra de que el compañerismo puede a los conflictos. La prensa española no comprendió que en un encuentro con el Joventut de Badalona la afición del sur de Madrid animara con pasión a sus partisanos de Belgrado. Y seguirán sin comprenderlo. No importa. Eran serbios y croatas, pero eran el Partizán de Fuenlabrada»...
No hay comentarios:
Publicar un comentario