"LOS SEÑORES. NOTAS SOBRE LA VISIÓN" (1) - JIM MORRISON

Aparte de cantante, icono de la cultura rock y cineasta, Jim Morrison era un poeta más que notable. De no haber muerto a los 27 años probablemente habría continuado indagando (así lo había declarado) en la que es tal vez su faceta más desconocida, la poesía. Los poemas que siguen pertenecen a su obra titulada Los Señores. Notas sobre la visión (1969), que aparece en un mismo volumen, Poemas I de Jim Morrison (Editorial Espiral/Fundamentos),  junto a otra de sus obras, Las nuevas criaturas (1968), desde mi punto de vista un poemario más críptico y menos logrado. Los Señores es una lúcida reflexión sobre el acto de ver, y la percepción en general de los sentidos. Incluye también abundantes consideraciones sobre el cine (otra de las pasiones de Morrison), el sentido del mensaje cinematográfico, el voyeurismo...

I

Mira dónde adoramos.

Todos nosotros vivimos en la ciudad. 

La ciudad forma -a menudo físicamente, pero inevitablemente psíquicamente- un círculo. Un juego. Un anillo de muerte con el sexo en el centro. Conduce hacia las afueras de los suburbios de la ciudad. En el límite descubre zonas de sofisticado vicio y aburrimiento, prostitución de menores. Pero en el mugriento anillo que rodea inmediatamente a la zona comercial diurna existe la auténtica vida multitudinaria de nuestro mundo, la única vida callejera, la vida nocturna. Especímenes enfermos en hoteles de dólar, pensiones baratas, bares, casas de galerías moribundas que nunca mueren, en calles y calles de cines abiertos toda la noche.

II

Cuando la diversión muere se convierte en el Juego.
Cuando el sexo muere se convierte en el Clímax.

Todos los juegos contienen la idea de muerte.

IV

La cámara, como el dios que todo lo ve, satisface nuestro anhelo de omnisciencia. Espiar a otros desde esta altura y ángulo: peatones entran y salen de nuestro objetivo como raros insectos acuáticos.

Poderes del yoga. Hacerse invisible o pequeño.
Volverse gigantesco y alcanzar las cosas más lejanas.
Cambiar el curso de la naturaleza. Poder ir a cualquier lugar en el espacio o tiempo. Convocar a los muertos. Intensificar los sentidos y percibir imágenes inaccesibles, de sucesos en otros mundos, en lo más profundo de la mente de uno, o en las mentes de otros.

El rifle del francotirador es una prolongación de su ojo.
Mata con injuriosa visión.

V

El asesino(?), huyendo, gravitaba con la inconsciente, instintiva facilidad de un insecto, como una polilla, hacia un lugar seguro, al abrigo de las calles hormigueantes. Rápidamente, fue devorado en el cálido, oscuro, silencioso buche del teatro físico.

Círculos modernos del infierno: Oswald (?) asesina al Presidente.
Oswald sube a un taxi. Oswald se detiene en una pensión.
Oswald baja del taxi. Oswald mata al agente Tippitt.
Oswald se quita la chaqueta. Oswald es capturado.

Escapó en un cine.

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