Compró las dos casas. Desahució al ocupante del local. Unió las viviendas por dentro. Y comenzó a excavar. En el patio interior que previamente hizo cubrir. Un terreno arenoso entre las rocas sobre las que descansan los cimientos del edificio. La primera palada el 30 de marzo de 2003. Al principio sacaba el producto de la excavación en bolsas de plástico. Y las vaciaba en el contenedor de la basura. Luego en una carretilla. Que volcaba en el remolque de su todo terreno. Y al vertedero municipal. Al sector que admite escombros.
Transcurridos siete años reviste ahora el gran boquete. Un boquete que adquiere forma de vivienda. De tres pisos de profundidad. Aluminio. Fibra. Y algo de madera. La temperatura constante. La renovación de aire resuelta. Sólo pendiente el espinoso asunto de los desagües. Pero hallará el método. Pablo es feliz. Su casa subterránea. De acceso secreto. Que sólo él conoce. Su casa tumba.
"DOMICILIOS, 16" - Francisco Ferrer Lerín
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Amigo Serrano. Quizá DOMICILIOS, 14 resulte incomprensible si no se acompaña de la fotografía correspondiente. Un saludo. Ferrer Lerín.
ResponderEliminarCiertamente, amigo Ferrer, ciertamente.
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