28 mayo 2010. El iPAD, un híbrido entre un teléfono inteligente y una computadora portátil, desembarca en España. A las 10.00 h. y tras haber pasado toda la noche esperando, los primeros afortunados ya tienen el iPAD entre sus manos. Las cámaras apuntan al comprador nº 1, todo un héroe que sonríe ufano. Lo perturbador del tema no son las horas pasadas a la intemperie de una fría madrugada. Tampoco que en Foxconn, la empresa taiwanesa que ensambla el aparato, los trabajadores se suiciden por estrés laboral. Ni siquiera el elevado precio o su falta de conectividad. No. Lo verdaderamente perturbador es este comprador nº 1: el hecho de haberse convertido en el primer comprador del iPAD será el dato más relevante de toda su biografía.
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