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"EL DOCTOR" - JABIER MUGURUZA


Aquí va el texto de la canción titulada "El Doctor" del músico Jabier Muguruza, de su disco "Abenduak 29". La letra es todo un microrrelato:

Por un instante
se paró su corazón
pero no dijo nada
para no molestar.

Clavado en aquel sillón
de skai rojo
con un alfiler
atravesándole el corazón
tomó la decisión
de ser
su propio cirujano
y curarse él solo.

Tenía 9 años
y se estaba muriendo
pero no dijo nada
para no molestar.

En Sudáfrica
el Dr. Barnard
había hecho el primer transplante
de Frankenstein
en Sudáfrica
miró el mapa
qué lejos estaba!
y no dijo nada a sus padres.

Guardó su dolor
mano en el pecho
guardó su secreto
quería ser doctor.

"CIUDAD DEL HOMBRE, NEW YORK" - José María Fonollosa

Poemas extraídos del libro "Ciudad del hombre, New York"

Disponible en la Red en: http://internettrash.com/users/v4vendetta/jmf_ny.html



WEST BROADWAY
Puede hacerlo cualquiera. Comprobado.
Si en ti hay la aberración, rara e inútil,
de querer ser un nombre que trascienda,
no estudies ni te esfuerces. Simplemente
aprende a manejar una pistola.
Y piensa en esas rémoras que viajan,
sin billete, montadas en ballenas.
Tómate un whisky doble en un pub caro
y examina la lista de importantes.
Elige el personaje destacado
con el que desearías asociarte
y compartir su gloria en el recuerdo.
Y usa acertadamente esa pistola.
El sistema funciona desde Eróstrato.



WEST HOUSTON STREET
No sé qué es lo que ocurre. Los mayores
como a un igual me tratan y los jóvenes
me miran desconfiados, como si algo
les hiciera de golpe distanciarse.
Me siento como el viento al penetrar
en alguna mansión desconocida.
Me observo en el espejo y veo un rostro
idéntico al que he hallado tantos años.
No creo haber variado de maneras
que, mejores o peores, son las mismas.
No me explico este cambio repentino.
No entiendo a los demás. Pero algo pasa.

AVENUE OF THE AMERICAS
Podemos elegir entre estar juntos
y hacernos mutuamente desgraciados.
O separarnos ahora y ser también
cada uno por su lado desgraciados.

BEDFORD STREET
Ella me dio el cuchillo y dijo: «Clávalo
en el segundo espacio intercostal».
«¿Cuál es?», le pregunté. Se abrió la blusa
y señaló, risueña, un punto: «Aquí».
Algo debía de haber en aquel viaje
que lo hizo diferente. Más intenso.
Se veían más cosas. Ascendíamos
a inéditos sonidos y colores.
No había confusión. Hasta el detalle
más ínfimo nos era comprensible.
Sugerí: «¿Por qué no con barbitúricos?»
«Es lento», me objetó. «Ya lo he probado.
Y el lavado de estómago es horrible.
Como un trauma mental, pero en lo físico»
Sustituí su dedo por el mío
y apoyé allí el cuchillo suavemente.
Y lo empujé de súbito. No fuera
que cambiara de idea si iba lento.

SULLIVAN STREET
Tener hijos es cosa de mediocres,
ineptos sensualmente, analfabetos
sexuales o de gente irresponsable.
O es un pobre y mezquino agarradero
para dejar constancia de su paso
por el tiempo de la vida. A través de otros.
La adopción de este medio deshonesto
delata su estulticia y su ignorancia.
Pues un vidrio no puede ser el sol
por sólo reflejarlo algún momento.
El hijo de verdad que dignifica
nuestro paso en la vida por el tiempo,
es la obra personal, la de cada uno,
sin vientre, ni pulmones, ni miradas
de odio a quien le ha traído a la existencia.
Es la obra de la mente que se yergue
desafiando políticas y edades.
Y uno perdura en ella por los siglos.



WAVERLY PLACE
Hacemos el amor de una manera
imperfecta, mezquina y temerosa.
Nunca profundizamos. Nos quedamos
en la simple epidermis del instinto.
Y el placer obtenido se nos mezcla
con una sensación de desagrado.
Porque ponemos bridas al amor.
Levantamos barreras y frenamos
al llegar al umbral del punto límite.
Nunca lo trasponemos por cobardes.
Nos asusta ese paso hacia adelante.
Y miramos, cansados, al amor
entero, irrealizado, sobre el lecho.
Descontentos por no alcanzar la meta.
Como incendiar un bosque y que una lluvia
imprevista lo apague al poco rato.
Hacemos el amor como si fuera
un rito y por lo tanto usamos símbolos.
Sabemos el sentido de los gestos
y acciones que efectuamos al amarnos.
Morder y devorar, hender, herir...
Y gritos o gemidos alumbrándose.
Su significación es evidente.
Pero nos causa miedo. Y nos frustramos.
Habría que pasar de la parodia
al hecho y realizarnos plenamente.



WEST 33RD STREET
La pareja perfecta es uno solo
haciéndose el amor. Ninguna chica
conoce el cuerpo mío cual yo mismo
y, por tanto, es más sabia mi destreza.
Qué suave recorrido placentero
por las zonas sensibles de mi físico.
Qué mano que no es mía ni es ajena
sino que es tacto, roce, soplo angélico.
Qué en su justo momento el adentrarme
en la medida exacta de mis límites.
Anchura o estrechez, cuanto me plazca,
consigo en el instante apetecido.
Qué variación inmensa obtengo estando
conmigo mismo, amando incluso a aquellas
que niéganme el contacto. A todas cuantas
me venga en gana entonces disfrutarlas.
La pareja perfecta es uno a solas
haciéndose el amor. En ambos sexos.
Resulta incomprensible esa obsesión
que nos lleva al amor en compañía.



WEST 42ND STREET
Las mujeres, comida, porros, coches
y honores se consiguen con dinero.
El dinero es, por tanto, lo importante.
Lo que hay que conseguir de inmediato. Ahora.
No voy a ser como esos que recogen
pedacitos de dicha poco a poco
y al cabo de los años han reunido
un mísero caudal. Yo lo quiero ahora.
De una vez. Mi ración entera, aprisa,
para ya consumirla y disfrutarla.
Mariscos, coches rápidos, botellas
de whisky y bellas chicas para mí. Ahora.
El porvenir -mañana- es la esperanza
del fracasado de hoy. Yo triunfaré ahora.
No me preguntéis cómo. No me importa
el cómo sino el cuándo. Y cuándo es ahora.



TIMES SQUARE I
Me encanta transcurrir por las calles
pobladas de muchachas que, a mi paso,
«Rubio», «Cielo», «Tesoro», «Ven aquí»,
susurran. Es magnífico el paisaje.
Ni me hablen de los valles ecológicos.
Es como disponer de un gran serrallo
y elegir la que uno halla apetecible
para un rato. Y después escoger otras
si uno quiere y si tiene nuevas ganas.
Y todo por un precio razonable.
Qué acierto es ese oficio inestimable
de la prostitución. Todas las partes
involucradas sienten, satisfechas,
que han dado menos de lo recibido.
Debiera promoverse más su práctica.



LEXINGTON AVENUE
Si no puedes destruir a los demás
destrúyete a ti mismo. No, no dejes
que otros lo hagan por ti. Tiene la vida
una meta tan sólo que es la muerte.
Alcánzala primero que los otros.
Morir es fácil. La naturaleza
ha puesto mil razones en tu mente
que invitan a la muerte a cada instante.
Busca dentro de ti y las hallarás.
Es la naturaleza sabia y buena.
Quiere que te realices totalmente.
Que obtengas tu valor óptimo al máximo.
La plenitud del ser está en la muerte.

"PEQUEÑA CONVERSACIÓN EN LA TARDE CON JOHN FANTE" - Charles Bukowski


"Small conversation in the afternoon with John Fante" (traducción libre de Javier Serrano Sánchez)


él dijo, "yo estaba trabajando en Hollywood cuando Faulkner estaba
trabajando en Hollywood y era
el peor: estaba demasiado borracho para permanecer en pie al
final de la tarde así que tenía que ayudarle
a entrar en el taxi
día tras día tras día.

"pero cuando abandonó Hollywood, yo me quedé, y mientras
no bebía como debería haberlo hecho, podría haber
tenido agallas como para ir detrás de él y encontrar el infierno fuera de
allí."

le dije, "escribe usted como
Faulkner."

"¿qué quieres decir con eso?" preguntó desde la cama de un hospital,
sonriendo.

"POEMAS DE CHERNOBYL" - Liubov Sirota

(Traducido del ruso al inglés por Leonid Levin y Elisavietta Ritchie, y del inglés al español por Javier Serrano Sánchez)

Tu mirada vagará sobre mi sombra
y la sombra
se empujará a sí misma
hacia la frondosa oscuridad.
El pálido sol brillará sobre nosotros,
un farol
abrasado por la ardiente pregunta...
Cogida por la gravedad de la luz,
respiración sofocada, labios apretados,
y no hay respuesta
ninguna respuesta
a esta luz en la violenta noche.
Pero libres de gravedad nuestras sombras
sacudieron el jazmín,
seguirán su camino,
respirando la neblina de la noche a nuestras espaldas.
Y la amarilla hoja caerá exhausta,
llevará un tiempo insoportable respirar
Como si la sabiduría del otoño
fuera a cogernos por sorpresa...

A PRIPYAT

1.

No podemos ni expiar ni rectificar
los errores y la miseria de ese Abril.
Los hombros caídos de una conciencia despierta
deben soportar de por vida la carga del tormento.
Es imposible, creédme,
dominar
o rehacer
nuestra pena por el hogar perdido.
El dolor perdurará en los corazones que laten
marcados por la memoria del miedo.
Allí,
rodeada por espinosa amargura,
nuestra perpleja ciudad se pregunta:
si nos amó
y nos perdonó todo,
¿por qué fue abandonada para siempre?

2.

Por la noche, por supuesto, nuestra ciudad
a pesar de estar vacía para siempre, vuelve a la vida.
Allí, nuestros sueños deambulan como nubes,
iluminan las ventanas con la luz de la luna.

Allí los árboles viven de inquebrantables recuerdos
recuerdan el tacto de unas manos.
¡Qué amargo para ellos saber
que no habrá nadie para su sombra
nadie a quien proteger del calor abrasador!
Por la noche sus ramas mecen en silencio
nuestros sueños inflamados.
Las estrellas penetran
sobre la acera,
permanecerán en guardia hasta la mañana...
Pero la hora pasará...
Abandonadas por los sueños,
las casas huérfanas
cuyas ventanas
se han vuelto locas
¡se helarán y nos darán su adiós!...

3.

Hemos permanecido sobre nuestras cenizas;
¿qué debemos llevar ahora en nuestro largo viaje?
¿El secreto miedo de que allá donde vayamos
seremos superfluos?
El sentimiento de pérdida
que revela la esencia
de una extraña y repentina bondad,
mostró que nuestra calamidad no es
compartida por aquellos que ¿acaso no deberían, un día,
ellos mismos afrontar el exterminio?
... Estamos condenados a ser abandonados por el rebaño
en el más duro de los inviernos...
¡Vuela lejos!
Pero cuando te alejes
¡no nos olvides, varados en el campo!
Y no te preocupes a qué dichosas tierras lejanas
te conducen tus felices alas,
puede que las nuestras, carbonizadas,
te protejan de nuestro descuido.

RADIOFOBIA

¿Es sólo un miedo a la radiación?
¿O acaso un miedo a la guerra?
Quizás el pavor a la traición,
la cobardía, la estupidez, la anarquía?
El tiempo ha venido a mostrar
lo que es la radiofobia.
Es
cuando aquellos que han conseguido superar
la tragedia de Chernobyl
rechazan someterse
a la verdad orquestada por los ministros
("¡Esto te lo tragas a diario!)
No nos resignaremos
a cifras falsificadas,
razonamientos elementales,
¡incluso si nos ficháis!
No deseamos -¡y ni se os ocurra!-
contemplar el mundo a través de las gafas de burocracia
¡Somos demasiado desconfiados!
Y, entended, recordamos
¡cada víctima como a un hermano!...
Ahora vemos una frágil Tierra
a través de los cristales de edificios abandonados.
¡Estos cristales ya no nos engañarán!
Estos cristales nos mostrarán más claramente
creédme
los menguantes ríos,
bosques envenenados,
niños que no nacen para sobrevivir...
Poderosos tíos, ¿qué nos habéis dado
aparte de bravuconería en la televisión?
¡Cómo milagrosamente los críos han absorbido
la radiación, que se creía tan peligrosa!
(Son los adultos quienes sufren radiofobia
para los niños ¿es cuestión de adaptación?)
¿Qué ha sido del mundo
si la más humana de las profesiones
se ha vuelto también burocrática?
Radiofobia
¡puede que seas omnipresente!
No esperéis que nuevos sustos,
nuevas tragedias,
conviertan a más gente
que sobrevivieron al infierno
en videntes.
La radiofobia puede que cure
al mundo
de la desidia, la saciedad, la ira,
la burocracia y la falta de espiritualidad,
algo que nosotros no podemos, por culpa del bien de alguien
mutaremos a un no género humano.

JOSEBA SARRIONANDIA - Poemas

CUADERNO DE BITÁCORA
(de "Por los escondrijos del miedo")

El viajero se aventura a través del laberinto
aunque apenas sí recuerda cuándo ni por dónde entró.
Supone que el camino ha de ser un laberinto,
pues adivina en lo nuevo reflejos del ayer.
Mas no son reflejos amables, son vástagos del miedo
pues le revelan que cae, que se derrumba hacia el centro.
¿Pero hay un centro acaso?
¿No cae hacia los bordes?
Piensa entonces que le es preciso un escondite
y a ratos se oculta por los rincones. Pero el miedo
corre a refugiarse en sus mismos escondrijos.
Piensa entonces que quizá se extravíe a la deriva
y que necesita un hilo que lo guíe en el laberinto.
¿Pero dónde amarrar el hilo?
Piensa entonces que siquiera el recuerdo podrá sostenerlo
y, cada atardecer, escribe un cuaderno de bitácora.
Éste es un cuaderno de bitácora a la deriva, el viajero
escribe como el timonel que, en un mar sin una brisa,
adivina que se acerca la tormenta del naufragio.
Escribe con desesperación:
no como el profeta, sino como el loco;
no para los Dioses: para las marionetas;
como la marioneta para las marionetas escribe.
Y el viajero sabe a veces, pero a veces nada sabe:
quién es, quiénes es.
Piensa a veces que transita por Europa
como una mosca por un cuerpo desnudo de mujer.
Otras veces se queda contemplando las páginas en blanco del
cuaderno de bitácora,
sin pensar en nada, o dibujando espirales.

LAS LÍNEAS DE LA MANO
(de "Por los escondrijos del miedo")

El arado de la vida trazó los surcos de nuestras palmas
Y en ellos residen todos nuestros caminos.
Ahí están las calles de las ciudades que recorreremos,
Ahí las doncellas llorosas y los bueyes bermejos,
Ahí los trenes interminables y ballenas con un arpón clavado,
Ahí las carreras de los rinocerontes al otro lado del espejo,
Ahí las telarañas desplegadas y los verdugos sin trabajo,
Ahí los viejos huesos y los barcos sin timón.
Todo se refleja en los surcos de nuestras palmas
Como la imagen del abeto solitario a la orilla del lago,
Y en la misma tumba nos enterrarán
A nosotros y nuestras líneas,
Nosotros y todos esos errores.

ULISES VUELVE A ÍTACA
(de "Por los escondrijos del miedo")

Estás llegando, Ulises, a Ítaca
Y miras con ansia hacia tu casa.
¿Pero sabes acaso qué hallarás?
Yo, Eumeo, te lo diré:
Mira qué regocijo en la que fue tu casa.
¿Quién te ha dicho que te esperan?
Mira los barcos varados en la arena
Y el olor a vino y fritura en las ventanas.
Esto es lo que te espera, vuelto a casa:
La honra del hijodalgo, camisas perfumadas,
Los mismos nombres y voces cada día,
Las tiernas caricias de parientes y allegados,
Ajo, harina de cebada y vino aguado.
Y encanecido el cabello hacerte abuelo
Y morir cuando se borren las líneas de tu mano.
¿Por qué volver a Ítaca, Ulises?
Sólo buitres habitan hace tiempo esta casa,
No es más que punto de encuentro para aves perdidas.
¿Estás agotado? ¿Te place quizá el llanto de las plañideras?
Haz caso, como las aves, al camino que marcan las estrellas
Y a este viejo Eumeo que algo sabe del destino.

COPLAS PARA ESCONDER EN LOS PANTALONES
(de "Yo no soy rey de Noruega")

Es Venus la primera que en el cielo se ilumina
ahora se despierta el más anciano murciélago
y acaricia en silencio rojas tejas, paredes grises
el ave de los negros rincones va tejiendo la nueva noche

Aquí yacemos, imposible huir del castillo de las cenizas
la noche, gigantesca red, se abate sobre nosotros
me atrapa debajo, amarrado a la tristeza
aquí yazgo y no puedo explicar qué cosa es esto

Esto es el refugio de los temores y las hierbas oscuras
esto es la catedral de las lágrimas y los hombres vacíos
esto es un páramo sin víspera y de breve porvenir
aquí yace, vivo cadáver, lo que una vez fue un pueblo

Dicen que allá lejos nacen flores y flores a la vida
pero quien llega a la cárcel ha llegado al sepulcro
al monte del patíbulo de los murciélagos tejedores
mirad atentamente cómo nos columpiamos

Escribo estas coplas sin luz, encerrado
mientras el dolor visita las venas de mi ánimo
los carceleros buscan papeles por las celdas
toma, cógelo, escóndelo en tus pantalones.

EL ÁNIMO DE QUIEN HA ESTADO PRESO
(de "Viejos marinos")

El ánimo de quien ha estado preso
Retorna siempre a prisión.
En la calle se cruza con jueces, fiscales y abogados
Y los policías, aún sin reconocerlo,
Lo miran más que a cualquier otro,
Porque su paso no es sosegado, o bien
Porque su paso es en extremo sosegado.
En su corazón habita,
De por vida, un condenado.

UN LARGO TREN
(de "Viejos marinos")

Siempre hay al amanecer un largo tren
Que parte de la estación.
Una mujer mira desde la ventana,
A nadie puede decir adiós.
Siempre hay un corazón dividido:
Una mitad se aleja con el tren
La otra mitad se queda en la estación.
Cae la lluvia, moja el cristal,
Moja los vagones, moja las vías.
El tren va siempre hacia el infierno.

DEFIENDAN SU NEGRA PAZ
(de "Viejos marinos")

Defiendan su descanso sembrado de blancas palomas,
Con billetes de banco y armas pesadas.
Defiendan su negra libertad de
Trabajar, hacer deporte, rezar,
Defiendan la negra casa de su padre
Para no perderse ni un folletón televisivo,
Defiendan su negro sueño y que sus bellos sueños
Engendren otros bellos sueños,
Defiendan el sosiego de sus corazones
Que perfuman hasta ahogarlos, y su fin de semana,
Defiendan su negra paz
Y su reloj de una única aguja:
Somos hijos de alguna oscura loba,
Es la hora, señálenos con su dedo índice
Y que sus policías tiren contra nosotros.

PREGUNTA II
(de "Viejos marinos")

El hombre se detiene
En la esquina de la celda,
Parece que habla solo,
Pero no, hasta cuándo
Le ha preguntado a una araña.
La araña, de inmediato,
Se descuelga y baja
Por el hilo que larga,
Y parece que ese largo hilo es
La respuesta de la araña.

JUAN HIDALGO (ZAJ)


LA NOCHE (un etcétera)

LA NOCHE ES LARGA
Y LLENA DE MÚSICA.

SOLEDAD (un etcétera)

SI NO ESTÁS DISPUESTO A TODO,
NO TE ME ACERQUES.

SIN RAZÓN O CON RAZÓN, CADA DÍA HAY UNA SELVA MÁS (un etcétera)

¿por qué he sacado el lápiz si no tengo nada que escribir? ¿es sin razón o con razón? ¿por qué no se saca el lápiz cuando no hay nada que escribir y sí cuando parece que hay algo que escribir? y ¿si fuese lo contrario? ¿sacar el lápiz cuando no hay nada que escribir y no sacarlo cuando parece que hay algo que escribir?

con razón o sin razón, cada día hay una selva más.

¿POR QUÉ Y PARA QUÉ? (un etcétera)

¿por qué un para qué?
¿para qué un por qué?

MIGUEL ÁNGEL BERNAT


Al cabo, una mujer encuentra mi mirada y algo
que es suyo reconoce en mí. Su vejez, su juventud,
algo suyo. Su soledad, su búsqueda, algo suyo. Que
está en mí, acaso sin yo saberlo, que está en noso-
tros ahora que nos encontramos, y ella lo ve y lo
hacemos crecer, y yo lo busco y nos pertenece. Nos
acercamos, con algo en nuestros ojos más próximo
que el reconocimiento.

Este encuentro, el reconocimiento de dos partes
del mismo río que se pertenecen. Este encuentro,
nacido de la sed, del azar, de otro azar que la sed
inspira.

Nuestro reflejo es orlado por las montañas. Altas
en el agua, altas en el aire, calladas en el corazón.

(extraído de "El río")

****

Dad de comer a los animales.
A las ardillas dad nueces y avispas.
A los barcos mástiles y sal.
A los orangutanes color marrón.
A los gorilas color negro.
A los soldados dad pan y un collar de perlas para que
sepan regresar.
A las vírgenes dad sed y agua.
A las mujeres hijos y luz.
A la amada el horror.
A los hombres dad una isla.
Al sabio un ataúd, no necesita más.
Al ladrón dad una horca para que aprenda a sustraerse
a la muerte.
Al rey otra corona para que sepa que su reino no es de
este mundo y tampoco del otro.
A los que se alimentan de raíces y frutos dad raíces y
frutos, pero advertidles que no han de envolverse de
amor porque éste celebra la carne.
A vuestro primer hijo dad un hermano para que no os
anuncie que sois polvo y cenizas.
A los gatos dad una habitación y él labrará allí, en cada
paso, el templo que habitará después de muerto.
A las montañas dad sus nombre verdaderos y así no
bajarán a despedazaros.
Al pobre dad sangre y carne y agua y seda para que
sepa que todo es nada.
Al rico dad ropas en jirones por las que el viento entre
y dance para que sepa que nada es todo.
A las corrientes de agua y a los ríos dad vuestra
compañía para que su canto de agua se convierta en
canto de carne.
Si los dioses que habéis labrado os son adversos, sed
generosos y destruídlos.
Dad de comer a los animales.
Si los dioses que os preceden y gobiernan os son
adversos, os son propicios.
Dad de comer a los animales.
Si los dioses que habéis creado os son adversos,
finalmente no tenéis por qué ir contra ellos, ¿por qué
habríais de inquietaros? el daño que un hijo puede
hacer a su padre no es un gran daño, lo sabe el padre.
Dad de comer a los animales.
Andad con cuidado en las encrucijadas, antes de partir,
dad allí de comer a todos los animales.

(extraído de "El refugio de las fieras")

"MAL DE AMOR" - Óscar Hahn

"Mal de amor" fue publicado por el poeta chileno Óscar Hahn en 1981, en Santiago de Chile. Después de haber sido impreso y distribuido, la dictadura militar lo prohibió. No se sabe a ciencia cierta el motivo. Una revista peruana señaló que el libro hablaba de una relación adúltera, donde la mujer sería la esposa de algún jerarca del régimen de Pinochet. The Washington Post, por su parte, afirma que "uno de los poemas tenía un verso que, por decisión del gobierno, era irrespetuoso hacia la Virgen María". Éste era el poema:

MISTERIO GOZOSO

Pongo la punta de mi lengua golosa en el centro mismo
del misterio gozoso que ocultas entre tus piernas
tostadas por un sol calientísimo el muy cabrón ayúdame
a ser mejor amor mío limpia mis lacras libérame de todas
mis culpas y arrásame de nuevo con puros pecados
originales, ya?

pero en este breve libro había también otros poemas:

LUGAR COMÚN

Vuelves a mí
porque el asesino
siempre vuelve
al lugar del crimen.

A MI BELLA ENEMIGA

No seas vanidosa amor mío
porque para serte franco
tu belleza no es del otro mundo
Pero tampocoo es de éste.

NACIMIENTO DEL FANTASMA

Entré en la sala de baño
cubierto con la sábana de arriba

Dibujé tu nombre en el espejo
brumoso por el vapor de la ducha

Salí de la sala de baño
y miré nuestra cama vacía

Entonces sopló un viento terrible
y se volaron las líneas de mis manos
las manos de mi cuerpo
y mi cuerpo entero aún tibio de tí

Ahora soy la sábana ambulante
el fantasma recién nacido
que te busca de dormitorio en dormitorio.

PEQUEÑOS FANTASMAS

Nuestros hijos amor mío
son pequeños fantasmas

Los escucho reírse en el jardín
Los siento jugar en el cuarto vacío

Y si alguien golpea la puerta
corren a esconderse debajo de mi sábana

los pequeños fantasmas

los hijos que nunca tuvimos
y los que nunca tendremos.

HAIKUS - Javier Serrano Sánchez

HAIKUS
O jaikús: Momentos en que la vida se detiene por un instante, como el vuelo de un colibrí. Vislumbres de 5-7-5 sílabas en que lo de dentro se funde con lo de fuera: segundos de lucidez.

El viejo café
la guitarra que mece
sueño de patios.

Lluvia que muerde
al colibrí que lame
secreto de flor.

En Guanajuato
casas de mil colores
las momias gritan.

La de las trenzas
bordeando la música
parando el tiempo.

La libélula
sobrevuela los ríos
llena de dudas.

Lluvia de ducha
que ordena pensamientos
y quema la piel.

(para Isaías Carrasco)

Cinco disparos
suenan, un voto menos:
lógica de armas.

Otra vez solo
y un cielo para volar
levedad de alas.