«CORONAVIRUS: DINAMARCA CONMOCIONADA POR EL SACRIFICIO DE MILLONES DE VISONES» - ADRIENNE MURRAY (BBC NEWS)

Traducido por Javier Serrano

La semana pasada se produjo un enorme revuelo cuando Dinamarca decidió sacrificar todos sus visones, unos 17 millones, por temor a una propagación del coronavirus. La matanza se convirtió en un clamor político, tras admitir el primer ministro que la decisión fue apresurada y no tenía una base legal.
A las autoridades danesas les preocupa que una mutación del coronavirus encontrada en algunos visones pudiera potencialmente dificultar la efectividad de una futura vacuna.
Mientras los políticos debaten, fosas comunes repletas de visones sacrificados han comenzado a aparecer en el campo danés. La policía y el ejército han sido movilizados, y se ha pedido a los granjeros que sacrifiquen también sus animales sanos, pero la tarea durará semanas.
«Tenemos 65.000 visones. La próxima semana todos serán sacrificados», dice Martin From, señalando hacia los cobertizos alargados que albergan miles de visones en su granja de Funen. Una bandera danesa ondea a media asta en su jardín. De la noche a la mañana ha visto como su sustento se iba a la quiebra. «Me parece muy injusto», añade.
 Mink pelts on a rack in Denmark

El señor From pertenece a la tercera generación de una granja peletera, y después de sesenta años de negocio familiar, la matanza lo ha devastado. No es el único. Algunos granjeros aparecieron llorando en la televisión danesa. De hecho, la matanza de visones en Dinamarca está teniendo lugar desde hace semanas, con 2,85 millones de animales ya sacrificados. Hasta el martes, se habían reportado casos de coronavirus en 237 granjas en Jutland, además de casos sospechosos en otras 33. Las autoridades danesas aseguran que la matanza ha sido completada en 116 granjas y el trabajo continúa.
Dinamarca no es el primer país que reporta brotes en granjas de pieles pero es el mayor productor mundial. España, Suecia, Italia y Estados Unidos también resultaron afectados, mientras que en Holanda las granjas de visones estarán prohibidas por ley la primavera del próximo año.
En Dinamarca, más de una de cada cinco granjas han reportado contagios. Científicos de Statens Serum Institute en Copenhague fueron los primeros en dar la alarma después de detectar mutaciones en algunos tipos de coronavirus encontrados en visones. Fue entonces, el pasado miércoles, cuando se dio la orden de una matanza masiva y una cuarentena para los habitantes del noroeste del país. «Las mutaciones ocurren siempre, pero solo de vez en cuando esas mutaciones ocurren en la proteína espicular», afirma el profesor Anders Fomsgaard, investigador jefe del Statens Serum Institute. La proteína espicular del coronavirus es el objetivo de algunas vacunas que se están desarrollando. «Por ello nos ponemos un poco nerviosos cuando vemos mutaciones que cambian los aminoácidos y la forma de esta proteína», asegura a la BBC.
El Covid-19 se originó en un animal salvaje, fue transmitido a humanos y después pasó a algunos visones de granja, antes de saltar de nuevo a un número pequeño de humanos. Algunas de las mutaciones diferentes que se descubrieron en el virus en visones no aparecieron en el caso de humanos. Pero hubo una, llamada «Cluster 5», especialmente preocupante, pues se sabe que afectó a 12 personas en Dinamarca. Más de 200 personas contrajeron otras variantes del virus relacionadas con visones.
El profesor Fomsgaard subraya que la preocupación respecto a la vacuna es, de momento, hipotética. Pero algunas pruebas revelaron que los anticuerpos de ciertos pacientes tuvieron una respuesta menor al Cluster 5 y se están llevando a cabo más investigaciones de laboratorio. «Estamos trabajando duro para descubrir si esto tiene efectos biológicos y consecuencias en la vacuna. Por eso tenemos que investigarlo inmediatamente antes de que este potencial problema se agrave».
Los contagios llamaron la atención internacional, y provocaron que Gran Bretaña prohibiera la llegada de viajeros desde Dinamarca.
Sin embargo, también existe la preocupación de que Dinamarca haya podido reaccionar de una manera exagerada, y científicos dentro y fuera del país han intentado evaluar el riesgo.
Mientras algunos científicos dijeron al periódico danés Berlingske Tidende que el Cluster 5 no había sido detectado desde Septiembre, Soren Brostrom, el máximo responsable de la sanidad danesa, aseguró que el riesgo era muy grande mientras el virus estuviera extendiéndose entre la población de visones.
El gobierno admitió que el martes carecía del marco legal para una orden de ámbito nacional y solo tenía jurisdicción para sacrificar visones infectados o rebaños dentro de un radio de seguridad. «Es un error. Un error lamentable», dijo la primera ministra Mette Frederiksen, disculpándose ante el parlamento. El gobierno ha intentado remediarlo con una legislación de emergencia, pero los partidos de la oposición ven poco probable apoyar el nuevo proyecto de ley y aprobarlo en el parlamente podría llevar tiempo.
El presidente del Partido Liberal, Jakob Ellemann-Jensen, lo calificó de «escandaloso» y criticó la falta de transparencia. Se deberían haber decretado primero compensaciones para los granjeros. Incluso partidos aliados del gobierno han solicitado que se abra una investigación.
«Se han cometido errores», dijo Mogens Jensen, ministro de Alimentación, Agricultura y Pesca. «Pero eso no cambia el hecho de que exista un gran riesgo de criar visones en Dinamarca mientras exista el coronavirus».
Recientemente se enviaron notificaciones a los granjeros, pidiéndoles que sacrificaran sus rebaños antes del 16 de Noviembre, pero algunos de ellos rechazaron cooperar. Pero Martin From dice que mientras el coronavirus continúe propagándose entre las granjas no puede permitirse esperar. «Simplemente continuamos, no hay ningún cambio».
En Dinamarca existen más de 1.000 granjas, por lo que el presidente de la asociación profesional del comercio de piel, Kopenhagen Fur, ha llamado desastre al sacrificio de animales. «Significa, de hecho, el cierre permanente y la liquidación de la industria de la piel», ha asegurado su presidente, Tage Pedersen, que predijo que 6.000 puestos de trabajo podrían verse afectados.
La industria tuvo unas ventas de casi mil millones de dólares (unos 846 millones de euros) en 2018-2019. Las pieles se venden a la industria del vestido pero también se usan para fabricar pestañas postizas, siendo China y Hong Kong su principal mercado.
Los brotes de coronavirus han supuesto ya el fin de la industria del visón en Holanda. Reino Unido y Austria prohibieron hace años la producción de pieles, Alemania lo eliminará gradualmente, y Bélgica, Francia y Noruega planean también hacerlo. En toda Europa existen unas 4.350 granjas de visones, con Polonia, Finlandia, Lituania y Grecia formando también parte del sector. El grupo industrial Fur Europe asegura que la demanda de piel natural todavía es fuerte. «El mercado ya reaccionó a la reducción de suministro del año que viene con una subida en los precios de la piel», dijo a la BBC.
Pero en Dinamarca grupos en defensa de los animales creen que es hora de seguir el ejemplo de otros países europeos y reducir gradualmente el comercio hasta su desaparición. «Es completamente inaceptable tratar a los animales de la manera en que los visones son tratados en la industria», dice Birgitte Iversen Damm, de Animal Protection Denmark (sociedad para la protección de los animales).

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