Lo que sigue no pretende ser un análisis exhaustivo del mercado editorial español, tan solo una aproximación hacia algunas de las tendencias que se están evidenciando. Los datos están extraídos en su mayoría de El sector del libro en España 2010-2012.
Observatorio de la Lectura y el Libro que publica el Ministerio de
Educación, Cultura y Deporte, y, en menor medida, del diario El País.
Según El sector del libro en España 2010-2012. Observatorio de la Lectura y el Libro:
En 2011 se editaron 116.851 libros, un 2,1% más que en el año anterior. El crecimiento en los últimos cinco años supera el 41%.
En 2011 se editaron 116.851 libros, un 2,1% más que en el año anterior. El crecimiento en los últimos cinco años supera el 41%.
A pesar de estos datos positivos, el ascenso en términos de producción
solo se produce en lo relativo a primeras ediciones y soportes distintos al
papel. En este punto, cabe destacar que desde el año 2008 viene descendiendo el
registro de libros en papel paralelo al incremento en los libros en formato
digital. En 2011 el libro impreso desciende aún más que en el año anterior (un -4,2%
frente al -1,0% de 2010). Los libros digitales se incrementan en un 43,2%.
En 2011 se registraron 18.538
ISBN en esta categoría, el 15,9% de la producción española.
Durante el primer trimestre del año 2012, el 22% de los libros
registrados por la Agencia del ISBN han sido libros digitales.
Todos los subsectores han incrementado en 2011 su oferta digital, con
la única excepción de los libros de texto. Los mayores ascensos se producen en
los libros de tiempo libre y de creación literaria. Respecto a estos últimos, 1
de cada 4 títulos literarios se registra ya en formato ebook.
Durante 2010 (últimos datos disponibles) la facturación relativa al
ebook alcanzó los 70,5 millones de euros (el 2,4% del total). Con esta cifra el
incremento respecto al año anterior alcanzó un 37,5%. No obstante, el grueso
del negocio editorial español se mantiene claramente vinculado al libro en
papel.
En 2011, un total de 491 empresas editoriales registraron libros
digitales. Sobre el total de editoriales en activo, esta cifra representa el
14,1%. Respecto al año anterior se ha incrementado en un 24,3%.
Las plataformas comerciales genéricas lideran la facturación de libros
electrónicos, duplicando las cifras obtenidas durante 2009 y condensando en
2010 más del 78% de los ingresos relativos a la venta de ebooks.
Casi el 15% de las librerías vendieron libros electrónicos en 2010. El
16,5% incorporaron los ereaders como producto en venta en sus establecimientos.
Casi uno de cada cuatro ebooks se comercializa para su lectura a través
de dispositivos dedicados o ereaders, aunque el ordenador sigue siendo el
principal dispositivo.
Según El País:
"La caída del sector editorial ronda en lo que va de 2012 el 10%,
el descenso de ventas del bolsillo aún es mayor: de un 12%".
"El número de lectores de ebooks alcanzó en 2011 el 6,8% de los
españoles mayores de 14 años pero ya el 8% de los menores de 10 a 13 años".
El mercado de libro digital no es todavía muy significativo en España, pero le está comiendo el terreno al libro en papel a una velocidad considerable. Hay un dato que es harto elocuente: en comparación a 2010, en 2011 la edición de libros digitales se incrementó en un 43,2%. Tiempo al tiempo.
Convendría también estudiar la influencia que sobre este cambio de paradigma puede estar teniendo la crisis económica en la que se halla inmersa España.
Convendría también estudiar la influencia que sobre este cambio de paradigma puede estar teniendo la crisis económica en la que se halla inmersa España.
Mucho de lo que ocurre en EE UU termina sucediendo en otros lugares del
mundo, inscritos en un ámbito económico y cultural similar al estadounidense. Se dice que en
EEUU el libro de bolsillo ha sido desplazado por el libro digital, más barato. En España, ¿podrá el ebook terminar sustituyendo al libro de bolsillo?
En cuanto a las librerías, tal vez aquellas que no sepan adaptarse al cambio digital corran la misma suerte que Borders Group, el segundo mayor vendedor de libros de Estados Unidos, que tuvo que cerrar en 2011.
No estoy hablando de un plazo corto. Tampoco creo que el libro en papel llegue a desaparecer del todo (no, al menos, en los próximos años), pero sí que el lugar predominante que hoy ostenta terminará siendo arrebatado por el libro digital, como probablemente en un futuro más lejano este será sustituido por otro formato de libro. Es obvio que por el camino, muchas empresas caerán, pero otras nacerán (como dice José Mota: las que entran por las que salen); lo cual no tiene por qué ser algo bueno o malo: es simplemente diferente, un paradigma sustituido por otro paradigma distinto.
Pese a todo, lo bueno es que siempre se seguirán contando historias, está en el ser humano. La literatura siempre estará ahí, de una manera u otra.
En cuanto a las librerías, tal vez aquellas que no sepan adaptarse al cambio digital corran la misma suerte que Borders Group, el segundo mayor vendedor de libros de Estados Unidos, que tuvo que cerrar en 2011.
No estoy hablando de un plazo corto. Tampoco creo que el libro en papel llegue a desaparecer del todo (no, al menos, en los próximos años), pero sí que el lugar predominante que hoy ostenta terminará siendo arrebatado por el libro digital, como probablemente en un futuro más lejano este será sustituido por otro formato de libro. Es obvio que por el camino, muchas empresas caerán, pero otras nacerán (como dice José Mota: las que entran por las que salen); lo cual no tiene por qué ser algo bueno o malo: es simplemente diferente, un paradigma sustituido por otro paradigma distinto.
Pese a todo, lo bueno es que siempre se seguirán contando historias, está en el ser humano. La literatura siempre estará ahí, de una manera u otra.
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