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"LOS SEÑORES. NOTAS SOBRE LA VISIÓN" (3) - JIM MORRISON

Los poemas que siguen pertenecen a la obra de Jim Morrison titulada Los Señores. Notas sobre la visión (1969), que, junto a otro de sus poemarios, Las nuevas criaturas (1968), aparece en un mismo volumen, Poemas I  (Editorial Espiral/Fundamentos).

XIX

Más o menos, todos sufrimos de la psicología del voyeur. no en un sentido estrictamente clínico o criminal, sino en toda nuestra actitud física y emocional ante el mundo. Cada vez que tratamos de romper este hechizo de pasividad, nuestras acciones son crueles y torpes y generalmente obscenas, como un inválido que ha olvidado como caminar. 

XXI

El voyeur, el mirón, el curioso, es un oscuro comediante. Es repulsivo en su oscuro anonimato, en su secreta invasión. Está lastimosamente solo. Pero, curiosamente, es capaz a través de este mismo silencio y ocultación de convertir en ignorante pareja a cualquiera al alcance de su vista. Esta es su amenaza y poder. 

No hay casas de cristal. Las persianas se bajan y la vida "real" empieza. Algunas actividades son imposibles al aire libre. Y estos sucesos secretos son el juego del voyeur. Los busca con su innumerable ejército de ojos —como la noción que tiene un niño de una deidad que lo ve todo. "¿Todo?" pregunta el niño. "Sí, todas las cosas", le responden, y el niño tiene que arreglárselas solo con esa intrusión divina.

El voyeur es un masturbador, el espejo su insignia, la ventana su presa. 

XXII

Ella dijo. "Tus ojos siempre son negros". La pupila se abre para captar el objeto de la visión.

Las imágenes nacen de la pérdida. La pérdida de las "extensiones amigas". El pecho es extirpado y el rostro impone su fría, curiosa, enérgica e inescrutable presencia.

XXIII

Puedes disfrutar la vida de lejos. Puedes mirar las cosas pero no probarlas. Puedes acariciar a la madre solo con con los ojos.

No puedes tocar estos fantasmas.

XXIV

La Baraja. Solitario acariciador de cartas. Se dio una mano. Levanta fotos del pasado en interminables permutaciones, baraja y empieza. Clasifica las imágenes otra vez. Y clasifícalas otra vez. Este juego revela gérmenes de verdad, y muerte.

El mundo se convierte en un aparentemente infinito, aunque posiblemente finito, juego de cartas. Combinaciones de imágenes, permutaciones, comprenden el juego del mundo.

Una leve posición, desprovista de riesgo, estéril en el fondo. Con una imagen no hay peligro presente.

XXVI

Los espectadores de cine son vampiros callados.

El cine es el arte más totalitario. Toda la energía y sensación es absorbida en el cráneo, una erección cerebral, el cráneo hinchado de sangre. Calígula deseaba un solo cuello para todos sus súbditos de manera que pudiera decapitar el reino de un solo golpe. El cine es este agente transformador. El cuerpo existe por los ojos; se convierte en un tallo seco para sostener a estas dos blandas e insaciables joyas.

XXVII

El cine confiere una especie de falsa eternidad.

Cada película depende de todas las otras y te lleva hasta las otras. El cine era una novedad, un juguete científico, hasta que un número suficiente de obras se acumularon, las necesarias para crear otro mundo intermitente, una poderosa, infinita mitología en la que sumergirse a voluntad.

Las películas crean una ilusión de eternidad favorecida por su regular, indómita aparición.

XXVIII

El encanto del cine está en el miedo a la muerte.

El Oriente moderno crea el mayor número de películas. El cine es una nueva forma de una antigua tradición —las sombras chinescas. Incluso su teatro es una imitación de ellas. Nacidas en India o China, las sobras chinescas se representan junto al ritual religioso, unidas a las celebraciones centradas en la incineración de los muertos.

"LOS SEÑORES. NOTAS SOBRE LA VISIÓN" (2) - JIM MORRISON

Los poemas que siguen pertenecen a la obra de Jim Morrison titulada Los Señores. Notas sobre la visión (1969), que, junto a otro de sus poemarios, Las nuevas criaturas (1968), aparece en un mismo volumen, Poemas I  (Editorial Espiral/Fundamentos).

VI

En la matriz somos peces ciegos en una cueva.

Todo es vago y vertiginoso. La piel se hincha y ya no hay distinción entre las partes del cuerpo. Un intruso sonido de amenazadoras, burlonas, monótonas voces. Es el miedo y la atracción de ser tragado.

VIII

El ojo parece vulgar
Dentro de su horrible concha.
Sal a la luz
En todo su Brillo.

Nada. El aire exterior
me quema los ojos.
Me los arrancaré
y me librare del ardor.

X

"Jugadores" -el niño, el actor, y el tahúr. La idea del azar está ausente del mundo de los niños ylos primitivos. El tahúr también se siente al servicio de un extraño poder. El azar es un vestigio de la religión en la ciudad moderna, como es el teatro, más frecuentemente el cine, la religión de la posesión.

¿A costa de qué sacrificio, de qué precio puede nacer la ciudad?

XI

Ya no hay "bailarines", los posesos.
La división de los hombres en actor y espectadores es el hecho central de nuestro tiempo. Estamos obsesionados por los héroes que viven por nosotros y a los que castigamos. Si todas las radios y televisiones fuesen privadas de sus fuentes de energía, todos los libros y cuadros quemados mañana, todos los espectáculos y cines cerrados, todas las artes de delegada existencia...

Nos contentamos con lo "dado" en la búsqueda de sensaciones. De un cuerpo loco bailando en las colinas hemos sido metamorfoseados en un par de ojos mirando fijamente en la oscuridad.

XVII

Cuando los hombres concibieron los edificios, y se
encerraron en habitaciones,
primero árboles y cuevas.

(Las ventanas funcionan en dos sentidos,
los espejos en uno.)

Nadie atraviesa un espejo andando
ni cruza a nado una ventana.

XVIII

Cura la ceguera con el esputo de una puta.

En Roma, las prostitutas eran exhibidas en los tejados sobre las vías publicas para la dudosa higiene de imprecisas corrientes de hombres cuya lascivia potencial ponía en peligro el frágil orden del poder. Incluso se cuenta que las damas de los patricios, enmascaradas y desnudas, a veces se ofrecían a estos frustrados ojos para su propia excitación privada.

"LOS SEÑORES. NOTAS SOBRE LA VISIÓN" (1) - JIM MORRISON

Aparte de cantante, icono de la cultura rock y cineasta, Jim Morrison era un poeta más que notable. De no haber muerto a los 27 años probablemente habría continuado indagando (así lo había declarado) en la que es tal vez su faceta más desconocida, la poesía. Los poemas que siguen pertenecen a su obra titulada Los Señores. Notas sobre la visión (1969), que aparece en un mismo volumen, Poemas I de Jim Morrison (Editorial Espiral/Fundamentos),  junto a otra de sus obras, Las nuevas criaturas (1968), desde mi punto de vista un poemario más críptico y menos logrado. Los Señores es una lúcida reflexión sobre el acto de ver, y la percepción en general de los sentidos. Incluye también abundantes consideraciones sobre el cine (otra de las pasiones de Morrison), el sentido del mensaje cinematográfico, el voyeurismo...

I

Mira dónde adoramos.

Todos nosotros vivimos en la ciudad. 

La ciudad forma -a menudo físicamente, pero inevitablemente psíquicamente- un círculo. Un juego. Un anillo de muerte con el sexo en el centro. Conduce hacia las afueras de los suburbios de la ciudad. En el límite descubre zonas de sofisticado vicio y aburrimiento, prostitución de menores. Pero en el mugriento anillo que rodea inmediatamente a la zona comercial diurna existe la auténtica vida multitudinaria de nuestro mundo, la única vida callejera, la vida nocturna. Especímenes enfermos en hoteles de dólar, pensiones baratas, bares, casas de galerías moribundas que nunca mueren, en calles y calles de cines abiertos toda la noche.

II

Cuando la diversión muere se convierte en el Juego.
Cuando el sexo muere se convierte en el Clímax.

Todos los juegos contienen la idea de muerte.

IV

La cámara, como el dios que todo lo ve, satisface nuestro anhelo de omnisciencia. Espiar a otros desde esta altura y ángulo: peatones entran y salen de nuestro objetivo como raros insectos acuáticos.

Poderes del yoga. Hacerse invisible o pequeño.
Volverse gigantesco y alcanzar las cosas más lejanas.
Cambiar el curso de la naturaleza. Poder ir a cualquier lugar en el espacio o tiempo. Convocar a los muertos. Intensificar los sentidos y percibir imágenes inaccesibles, de sucesos en otros mundos, en lo más profundo de la mente de uno, o en las mentes de otros.

El rifle del francotirador es una prolongación de su ojo.
Mata con injuriosa visión.

V

El asesino(?), huyendo, gravitaba con la inconsciente, instintiva facilidad de un insecto, como una polilla, hacia un lugar seguro, al abrigo de las calles hormigueantes. Rápidamente, fue devorado en el cálido, oscuro, silencioso buche del teatro físico.

Círculos modernos del infierno: Oswald (?) asesina al Presidente.
Oswald sube a un taxi. Oswald se detiene en una pensión.
Oswald baja del taxi. Oswald mata al agente Tippitt.
Oswald se quita la chaqueta. Oswald es capturado.

Escapó en un cine.

VOCES (3) - DYLAN THOMAS

Poema de Dylan Thomas, Do not go gentle into that good night, recitado por él mismo. Impresiona la rotundidad de su voz, la musicalidad del poema y del propio recitado. Más abajo incluyo el poema en inglés:



Do not go gentle into that good night

Do not go gentle into that good night,
Old age should burn and rave at close of day;
Rage, rage against the dying of the light.

Though wise men at their end know dark is right,
Because their words had forked no lightning they
Do not go gentle into that good night.

Good men, the last wave by, crying how bright
Their frail deeds might have danced in a green bay,
Rage, rage against the dying of the light.

Wild men who caught and sang the sun in flight,
And learn, too late, they grieved it on its way,
Do not go gentle into that good night.

Grave men, near death, who see with blinding sight
Blind eyes could blaze like meteors and be gay,
Rage, rage against the dying of the light.

And you, my father, there on the sad height,
Curse, bless, me now with your fierce tears, I pray.
Do not go gentle into that good night.
Rage, rage against the dying of the light.

VOCES (2) - MICHAEL McCLURE

El poeta beat Michael McClure recita la letra de Riders On The Storm, de The Doors, mientras Ray Manzarek, el teclista de la banda, interpreta la melodía sobre un piano:




"LA TRANSFORMACIÓN: EXPRESO KYOTO-TOKYO" - ALLEN GINSBERG


Traducción libre: Javier Serrano


En el asiento de mi tren yo renuncio
a mi poder, asi que vivo
y moriré
Más por ahora, el Vómito triturado
& las tenazas en el cráneo,
el miedo de los huesos, la comprensión
en contra del hombre & la mujer & los niños.
Dejo que el dragón de la Muerte
salga de su
imagen en la vorágine
de una oscuridad de nubes blancas
Y absorba el sueño de los cerebros &
pida estos corderos por su
carne, y dejo que se alimente
y sea otro y no yo
Hasta que es mi turno y
entro en esas fauces y me transformo
en una ciega roca cubierta
con helechos mojados
No soy nada ahora
sino un universo de piel y aliento
& pensamiento cambiante y
ardiente mano & tierno
corazón en el antiguo fondo de
mi piel Desde este simple
nacimiento renazco para lo que soy
para ser así
Mi propia identidad ahora ya sin nombre
ni hombre ni dragón o
Dios
pero el sueño me llena
con la ofrenda de rayos físicos
lunas rojas en mi vientre &
Estrellas en mis ojos dando vueltas
Y el Sol, el Sol, el
Sol mi padre visible
haciendo mi cuerpo visible
a través de mis ojos!

"LA CELEBRACIÓN DEL LAGARTO" - JIM MORRISON

Leones en la calle y perros
vagabundos en celo, rabiosos, echando espuma
Una fiera enjaulada en el corazón de una ciudad
El cuerpo de su madre
pudriéndose en la tierra del verano
Huyó de la ciudad
Fue hacia el sur y cruzó la frontera
Dejó el caos y el desorden
Les dio la espalda
Una mañana se despertó en un hotel verde
Con una extraña criatura gimiendo a su lado
El sudor rezumaba de su brillante piel
¿Estamos todos?
La ceremonia va a empezar
¡Despierta!
No puedes recordar dónde fue.
¿Ha terminado este sueño?
La serpiente era de oro pálido
Vidriosa y encogida
Teníamos miedo de tocarla
Las sábanas eran cálidas prisiones muertas
Y ella estaba a mi lado.
Vieja, no es ... joven
Su oscuro cabello rojizo
La piel blanca y suave
Ahora ¡corre al espejo del baño!
¡Mira!
Viene hacia aquí
No puedo vivir a través de cada lento siglo de sus movimientos
Dejo deslizar mi mejilla
La baldosa fresca y lisa
Siento la buena y fría sangre escociendo
El suave silbido de las serpientes de lluvia
Una vez tuve un jueguecito
Me gustaba colarme sigilosamente dentro de mi cerebro
Creo que conoces ese juego al que me refiero
Hablo del juego llamado «volverse loco»
Ahora tú deberías probar este jueguecito
Sólo cierra tus ojos, olvida tu nombre
Olvida el mundo, olvida la gente
Y erigiremos una torre diferente
Este jueguecito es divertido de hacer
Sólo cierra tus ojos, nunca se pierde
Estoy aquí, yo también voy
Afloja el control, estamos atravesando
Retrocedo hasta lo más profundo del cerebro
Retrocedo más allá del dolor
Vuelvo donde no nunca hay lluvia
Y la lluvia cae suavemente sobre la ciudad
Y sobre las cabezas de todos nosotros
Y en el laberinto de arroyos bajo
La queda presencia sobrenatural
De nerviosos moradores de las colinas
En las suaves colinas de alrededor
Reptiles en abundancia
Fósiles, cavernas, cumbres de aire fresco
Cada casa repite un molde
Persianas echadas
Un coche bestial encerrado en contra de la mañana
Ahora todo duerme
Alfombras silenciosas, espejos vacíos
Polvo ciego bajo las camas de parejas legales
Envueltas en sábanas
Y sus hijas
Orgullosas con ojos de
Semen en sus pezones
¡Espera!
Aquí ha habido una masacre
No te detengas a hablar ni a mirar alrededor
Tus guantes y tu abanico están en el suelo
Nos marchamos de la ciudad
Huimos
Y tú eres la única que quiero que venga
No tocar la tierra
No ver el sol
Nada se puede hacer sino
Huir, huir, huir
Huyamos, huyamos
Una casa en la colina
La luna descansa tranquila
Las sombras de los árboles
Son testigos de la salvaje brisa
Vamos nena huye conmigo
Huyamos
Huye conmigo
Huye conmigo
Huye conmigo
Huyamos
La mansión es cálida, en lo alto de la colina
Ricas son las habitaciones y las comodidades allí
Rojos son los brazos de lujosos sillones
Y no sabrás nada hasta que no estés dentro
El cadáver del presidente muerto en el coche del chófer
El motor va con cola y alquitrán
Venga, no vamos muy lejos
Al Este para conocer al Zar
Huye conmigo
Huye conmigo
Huye conmigo
Huyamos
Algunos forajidos vivían junto a un lago
La hija del pastor está enamorada de la serpiente
Que vive en un pozo junto a la carretera
¡Despierta, niña! Estamos llegando a casa
Sol, sol, sol
Quema, quema, quema
Luna, luna, luna
Te atraparé
¡Pronto!
¡Pronto!
¡Pronto!
Soy el Rey Lagarto
Todo lo puedo
Bajamos por
Ríos y autopistas
Bajamos por
Bosques y cascadas
Bajamos desde
Carson y Springfield
Bajamos desde
La Phoenix cautivadora
Y puedo decirte
Los nombres del Reino
Puedo decirte
Las cosas que sabes
Escuchando un puñado de silencio
Escalando valles en la sombra
Durante siete años viví
En el disoluto palacio del exilio
Jugando a extraños juegos
Con las chicas de la isla
Ahora he regresado
A la tierra del justo, el fuerte y el sabio
Hermanos y hermanas del pálido bosque
Oh, hijos de la noche
¿Quién de entre vosotros se unirá a la caza?
Ahora la Noche llega con su legión púrpura
Retiraos a vuestras tiendas y a vuestros sueños
Mañana entraremos en la ciudad donde nací
Quiero estar preparado.

"SIGAMOS EN LAS NUBES" - JUAN MIGUEL GONZÁLEZ

Letra escrita por Juan Miguel González para la canción "Sigamos en las nubes" del grupo Tabletom.

Por nuestra antigua fe en la hipotenusa,
por nuestra condición de perdularios,
por el mal pago que nos da la musa,
seamos libertarios.
Por no querer bajar nunca del guindo,
por nuestro trato con las musarañas,
porque he perdido pero no me rindo,
viva Manuel Azaña.
Porque acerté eligiendo el desatino,
porque algún día la tendremos seca,
porque sobra merced, si falta el vino,
viva el lomo en manteca.
por seguirle pidiendo olmo a las peras,
porque la estrella del fracaso irradie,
porque aunque tengo arreglo, no hay manera,
felices los Don Nadie.
Contra la chusma de chalé adosado,
contra la turbamulta rociera,
vivamos silenciosos y apartados
de las hormigoneras.
Contra el pequeño y cruel dios estresado
comido de alopecia y dioptrías,
contra el primate cibernetizado,
Machado y los tranvías.
Contra tanta poesía mercenaria,
contra tanta experiencia de tendero,
contra esta ubicua nómina sectaria,
¡ maricón el primero !
Contra las taifas de la diferencia,
no menos embusteras y arribistas,
contra sus resentidas obediencias,
la bohemia anarquista.
Contra los dogmas de la progresía,
reconvertida en cuota y B.M.W.,
contra sus insaciables señorías,
sigamos en las nubes.


"PUÑAL" - MÁTIJA BÉCKOVIC


Traducción del serbio: Liliana Popovic
Revisión: Liliana Heer

Según una historia famosa
Del lejano norte
Los cazadores de lobos
Un puñal con doble filo
Mojan en sangre fresca
Clavan el mango en el hielo
Y lo dejan en el desierto nevado

El lobo hambriento
Siente la sangre desde lejos
Especialmente en el aire puro y punzante
Bajo las estrellas altas y heladas
Y rápido encuentra el anzuelo sangriento

Lamiendo la sanguaza congelada
Se corta la lengua
Y su sangre caliente
Chupa de la hoja fría.

Y no puede parar
Hasta que se desplome
Hinchado de su propia sangre.

Si así son los lobos
Los mas difíciles de cazar
Cómo serían los hombres
Y todos los pueblos
En particular el nuestro
Si con su propia sangre
No se puede saciar
Prefiere desaparecer
A darse cuenta
Que el puñal sangriento
Terminará
Siendo
El único
Monumento
Y la cruz
Arriba de nosotros.

"MAREA HUMANA" - BENJAMÍN PRADO


Poemas de Benjamín Prado incluidos en el poemario Marea humana (Visor Libros), galardonado con el VIII Premio Internacional de Poesía Generación del 27:

EL SOÑADOR

Una noche soñé que era Pablo Neruda.

Estaba en una playa
y oí en mi corazón segundos rojos,
vi en el cuarzo una suma de erizos y tormentas,
vi en la gaviota un cruce del vértigo y la nieve.
Todo era tan real.

Un clavel era el ojo de quien mira un incendio.
La escarcha era una lluvia de cúpulas deshechas.
Los destellos del oro,
avispas que volaban en torno a su panal.

Yo fui Pablo Neruda,
compré diamantes en las fruterías,
domaba diccionarios con un látigo verde
y cavé un túnel que iba del pan a las banderas.

Tú venías a mí
como septiembre acude a las manzanas.

Cuando me desperté,
la sombra de los árboles
le ponía a la luz sus negras herraduras.

Cuando me desperté
no quedaban ni viento ni banderas
y te había perdido.

A veces es tan triste no ser Pablo Neruda
y que la noche sea nada más que noche
y el día, sólo el día.

Del mismo poemario Marea humana, extraído de la segunda parte titulada El enamorado:

II

Mi amor me dijo un día:
-No olvides que te quiero y olvídate de mí.
Yo intento obedecerla,
partirme en dos y ser como el ángel de Borges
que volaba a la vez a oriente y occidente,
al norte y hacia el sur.
Partirme en dos y que uno de nosotros
pueda seguirla siempre,
pueda siempre creer que no se ha ido.

Al hombre que no olvida que le quiere
no lo van a vencer ni el tiempo ni la duda;
no podrá la tristeza cavar en él sus minas
o el desánimo abrir sus embajadas.
Y tachará las sombras,
simplemente,
con escribir su nombre:
como cuando corrige la oscuridad del mundo
la gramática blanca de la nieve.

El hombre al que suplica que la olvide,
sufrirá la distancia,
la amargura,
el silencio implacable que latido a latido
forma
su perla negra
dentro del corazón.
Y todo será igual que beber con las manos:
el agua que retenga no va a apagar su sed
y el agua que se escape, se llevará su vida.

Por las noches,
los dos
duermen pensando en ella.
Y al despertar,
hay uno a quien va a herir el sol
-porque los sueños arden con la luz
y la verdad, a veces, es una quemadura-
y otro que va a decirle:
-Como yo sé que sólo aquel que acepta el vértigo
se merece las cimas,
mi amor, sigue matándome,
que para mí no hay muerte más hermosa
que morirme sin ti mientras te espero.

"J.B." - JAVIER SERRANO


JB

Jeff Buckley siendo engullido,
desnudado, violado
y luego asesinado por el río Wolf
Su cuerpo vagando sobre
las aguas
durante días
¿suicidio?
¿accidente?
¿violación?
No hay restos de drogas
asegura la Policía
sólo una prometedora
banda sin líder
Muerto.
¡Jeff Buckley ha muerto!
Su voz se escucha ahora
por las noches
bajo las aguas del Wolf
ahogada
anegada
formando círculos concéntricos
Es la voz de un muerto
¡Jeff Buckley ha muerto!

FRAGMENTOS DE "TARZÁN TRAICIONADO" - LEOPOLDO MARÍA PANERO

Extraídos del libro "Tarzán traicionado", de Leopoldo María Panero

BLANCANIEVES SE DESPIDE DE LOS SIETE ENANOS

Prometo escribiros, pañuelos que se pierden en el horizonte, risas que palidecen, rostros que caen sin peso sobre la hierba húmeda, donde las arañas tejen ahora sus azules telas. En la casa del bosque crujen, de noche, las viejas maderas, el viento agita raídos cortinajes, entra sólo la luna a través de las grietas. Los espejos silenciosos, ahora, qué grotescos, envenenados peines, manzanas, maleficios, qué olor a cerrado, ahora, qué grotescos. Os echaré de menos, nunca os olvidaré. Pañuelos que se pierden en el horizonte. A lo lejos se oyen golpes secos, uno tras otro los árboles se derrumban. Está en venta el jardín de los cerezos.

AL OESTE DE GREENWICH

¿Qué se hizo de la Tabla de Bacon, de la Velocidad, de la Energía, qué se hizo? ¿De la ecuación tarde o temprano resuelta, del problema imaginario, de la circulación y de la sangre?... ¿Dónde, dónde el meridiano de Greenwich, el ecuador, los polos, dónde la Tierra de Fuego, las minas de carbón o de platino? Y la vida reducida a una combinación de carbono, de hidrógeno, de oxígeno…
Alguna vez creí en los glóbulos blancos.
Alguna vez creí en la gangrena y otras enfermedades localizables.
Alguna vez creí que Fleming nos había liberado.
Alguna vez creí que tras del experimento de Michelson y Morley todo había terminado.
Hoy…
“Es la hora profesor”, de pronto una voz ronca.
“Es la hora profesor”… Hace tanto tiempo que fue la hora.
Hoy… Cae torpe, vanamente, la nieve, cubre espacios desiertos, fina nieve de inútiles nombres y cifras.
Hoy… El Tiempo, el Espacio… Solos, sin ecuación posible.

DESEO DE SER PIEL ROJA

La llanura infinita y el cielo su reflejo.
Deseo de ser piel roja.
A las ciudades sin aire llega a veces sin ruido
el relincho de un onagro o el trotar de un bisonte.
Deseo de ser piel roja.
Sitting Bull ha muerto: no hay tambores
que anuncien su llegada a las Grandes Praderas.
Deseo
de ser piel roja.
El caballo de hierro cruza ahora sin miedo
desiertos abrasados de silencio.
Deseo de ser piel roja.
Sitting Bull ha muerto y no hay tambores
para hacerlo volver desde el reino de las sombras.
Deseo de ser piel roja.
Cruzó un último jinete la infinita
llanura, dejó tras de sí vana
polvareda, que luego se deshizo en el viento.
Deseo de ser piel roja.
En la Reservación no anida
serpiente de cascabel, sino abandono.
DESEO DE SER PIEL ROJA.
(Sitting Bull ha muerto, los tambores
lo gritan sin esperar respuesta.)

"POR LA MAÑANA, PENSANDO EN EL IMPERIO" - RAYMOND CARVER

Incluido en el libro "Incendios".

Apretamos los labios contra el borde esmaltado de las tazas
e intuimos que esta grasa que flota
en el café logrará que el corazón se nos pare cualquier día.
Ojos y dedos se dejan caer sobre los cubiertos de plata
que no son de plata. Al otro lado de la ventana, las olas
golpean contra las paredes desconchadas de la vieja ciudad.
Tus manos se alzan del áspero mantel
como si fueran a hacer una profecía. Tus labios se estremecen...
Te diría que al diablo con el futuro.
Nuestro futuro yace en lo más profundo de la tarde.
Es una calle angosta por la que pasa un carro con su carretero,
el carretero nos mira y vacila,
luego menea la cabeza. Mientras tanto,
rompo indiferente el espléndido huevo de una gallina de raza Leghorn.
Tus ojos se nublan. Te vuelves para mirar el mar
tras la hilera de tejados. Ni las moscas se mueven.
Rompo el otro huevo.
Seguramente nos hemos empequeñecido juntos.

POEMAS DE "UN SENDERO NUEVO A LA CASCADA" - RAYMOND CARVER


DOMINGO POR LA NOCHE

Utiliza las cosas que te rodean.
Esta ligera lluvia
Tras la ventana, por ejemplo.
Este cigarrillo entre los dedos,
Estos pies en el sofá.
El débil sonido del rock and roll,
El Ferrari rojo en el interior de mi cabeza.
La mujer que anda a trompicones
Borracha por la cocina…
Coge todo eso,
Utilízalo.

ENTRE LAS RAMAS

Por la ventana, veo en el muelle unos pájaros de aspecto
sucio que se reúnen junto al comedero. Los mismos pájaros, creo,
que vienen todos los días a comer y pelearse. Ya es la hora, ya es la hora
gritan y se picotean unos a otros. Es casi la hora, sí.
El cielo está oscuro todo el día, sopla viento del oeste,
no deja de soplar... Dame la mano un momento. Coge
la mía. Eso es, así. Aprieta fuerte. Hace tiempo
creíamos tener el tiempo a nuestro favor. Ya es la hora, ya es la hora,
gritan esos pájaros sucios.

PROPINA

No hay otra palabra. Pues eso es lo que fue. Una propina.
Una propina, estos diez años.
Vivo, sobrio, trabajando, amando
y siendo amado por una buena mujer. Hace
once años le dijeron que le quedaban seis meses de vida
si seguía así. Y que por ese camino
no llegaría sino al fondo. De modo que cambió
su modo de vida. ¡Dejó de beber! ¿Y el resto?
Después de eso, todo fue una propina, cada minuto
hasta ahora, incluyendo el momento en que se lo dijeron,
bueno, aunque hubo cosas en su cabeza que se vinieron abajo
y otras que empezaron a formarse. “No lloréis por mí”,
les dijo a sus amigos: “Soy un hombre con suerte.
He vivido diez años más de lo que yo o nadie
esperaba. Pura propina. Y no lo olvido”.

LO QUE DIJO EL MÉDICO

Dijo que la cosa no tenía buen aspecto
dijo que lo tenía malo malo de verdad
dijo que había contado treinta y dos en un pulmón y
que dejó de contar
le dije me alegro porque no querría saber
si hay más
dijo si usted es un hombre religioso arrodíllese
en el bosque y pida ayuda
cuando llegue a la cascada
la neblina le rodeará los brazos y la cara
deténgase y trate de comprender esos momentos
yo le dije no lo soy pero trataré de empezar hoy
dijo lo siento mucho dijo
me hubiera gustado tener otras noticias que darle
dije Amén y él añadió algo
que no entendí y no sabiendo qué más hacer
y para no hacerle repetirlo
y a mí digerirlo
me quedé mirándole sin más
durante un rato y él me miraba a mí
me puse de pie de un salto y le tendí la mano al hombre
que acababa de decirme lo que nunca nadie me había dicho
puede que incluso le haya dado las gracias por costumbre.

POEMAS DE "DONDE EL AGUA SE UNE A OTRAS AGUAS" - RAYMOND CARVER


Poemas extraídos de "Donde el agua se une a otras aguas":


LLUVIA

Me desperté esta mañana con
unas ganas tremendas de quedarme todo el día en la cama
leyendo. Luché contra ello durante un rato.

Me asomé entonces a la ventana y estaba lloviendo.
Y me rendí. Me dediqué por entero
al cuidado de esta mañana lluviosa.

¿Viviría mi vida otra vez?
¿Con los mismos errores imperdonables?
Sí, a la mínima posibilidad que tuviera. Sí.

DINERO

Para ser capaz de vivir
en el lado correcto de la ley.
Para usar siempre su verdadero nombre
y número de teléfono. Para prestarle algo
a una amiga y no soltar
un taco si la amiga se va de la ciudad.
Esperar, de hecho, que lo haga.
Para darle algo
a su madre. Y a sus
hijos y sus madres.
No ahorrar. Quiere
disfrutarlo antes de que se acabe.
Comprar ropa.
Pagar el alquiler y el servicio público.
Comprar comida y algo más.
Salir a cenar si le apetece.
¡Y estaría muy bien
pedir algo fuera del menú!
Comprar drogas cuando quiera.
Comprar un coche. Si se avería,
repararlo. O comprar
otro. ¿Ves ese
barco? Podría comprar uno
igual. Y doblar
el cabo de Hornos, buscando
compañía. Conoce a una chica
en Porto Alegre a la que le encantaría
verle a bordo
de su propio barco, a toda vela,
entrar en el puerto a buscarla.
Un amigo que pueda permitirse
venir a verla
de esa forma. Sólo porque
le gusta el sonido
de su risa
y su manera de mover el pelo.

"DONDE EL AGUA SE UNE A OTRAS AGUAS" - RAYMOND CARVER


Extraído del libro "Donde el agua se une a otras aguas"

DONDE EL AGUA SE UNE A OTRAS AGUAS

Me fascinan los arroyos y la música que crean.
Y las corrientes, entre prados y cañas, antes
de tener oportunidad de convertirse en arroyos.
Me fascinan sobre todo
por su sigilo.¡Casi olvidaba
decir algo de las fuentes!
¿Hay algo más hermoso que un manantial?
Pero también me encantan las grandes corrientes.
Las bocas abiertas de los ríos cuando se unen al mar.
Los lugares donde el agua se une
a otras aguas. ¡Conservo esos lugares
en mi mente como si fueran sagrados!
Me gustan como a otros les gustan los caballos
o las mujeres atractivas. Me pasa una cosa
con esa agua fría y veloz.
Sólo con mirarla se me acelera la sangre
y se me eriza la piel. Podría sentarme
a mirar estos ríos durante horas.
Ninguno es igual.
Hoy tengo 45 años.
¿Me creería alguien si le dijera
que una vez tuve 35?
¡Mi corazón seco y vacío a los 35 años!
Tuvieron que pasar cinco años
antes de que empezara a latir de nuevo.
Me tomaré todo el tiempo que quiera esta tarde
antes de dejar mi sitio en la orilla del río.
Me gustan, me encantan los ríos.
Me encantan desde su fuente.
Me encanta todo lo que crece en mí."

"TU PERRO SE MUERE" - RAYMOND CARVER


Incluido en el poemario "Incendios"

TU PERRO SE MUERE

lo atropella una furgoneta.
lo encuentras a la orilla de la carretera
y lo entierras.
te sientes mal.
te sientes mal por ti mismo,
pero te sientes peor por tu hija
porque era su mascota
y lo quería mucho.
solía canturrearle
y lo dejaba dormir en su cama.
escribes un poema sobre ello.
lo titulas un poema para tu hija
y trata del perro al que atropella una furgoneta,
de cómo te ocupaste de él,
lo llevaste al bosque
y lo enterraste hondo, muy hondo,
y el poema sale tan bien
que casi te alegras de que hayan atropellado
al pobre perro, si no, no habrías escrito
nunca ese poema.
entonces te sientas a escribir
un poema sobre la escritura de un poema
que trata de la muerte de ese perro,
pero mientras escribes oyes
a una mujer gritar
tu nombre, tu nombre de pila,
ambas sílabas,
y tu corazón se para.
dejas pasar un rato y vuelves a escribir.
ella grita de nuevo.
te preguntas hasta dónde puede llegar.

POEMAS DE "ULTRAMAR" - RAYMOND CARVER


ESPERANZA

"Mi mujer -dijo Pinnegar- espera verme tirado como un perro
cuando me deje. Es su última esperanza".
D. H. Lawrence, "Jimmy and the Desperate Woman"

Me dejó el coche y doscientos
dólares. Dijo, Hasta siempre, cariño.
Que te sea leve. Eso
tras veinte años de matrimonio.
Ella sabe, o cree que sabe,
que gastaré la pasta
en un día o dos, y que finalmente
estrellaré el coche -que estaba
a mi nombre y necesitaba reparación, de todos modos.
Cuando salí de casa, ella y su novio
estaban cambiando la cerradura
de la puerta delantera. Me saludaron.
Les devolví el saludo para que se dieran cuenta
de que no le daba importancia
alguna. Luego pisé a fondo
hasta la frontera del estado. Estaba lleno de ira.
Ella tenía razón al pensarlo.
Me uní a los perros y
nos hicimos buenos amigos.
Pero salí adelante. Un largo
camino sin volver la vista.
Dejé a los perros, mis amigos, atrás.
Sin embargo, cuando asomé
la cabeza otra vez por aquella casa,
meses o años después, conduciendo
otro coche, ella se puso a llorar
cuando me vio en la puerta.
Sobrio. Vestido con una camisa limpia,
pantalones y botas. Su última esperanza
no se había cumplido.
Y no tenía ningún otro motivo
para la esperanza.

VAGO

A la gente que le iba mejor que a nosotros les llamábamos acomodados.
Vivían en casas pintadas y con cisterna en los váteres.
Conducían coches de año y marca reconocibles.
A los que les iba peor les llamábamos miserables y no trabajaban.
Sus extraños coches descansaban entre chatarra en corrales llenos de polvo.
Los años pasan y todo es reemplazado.
Pero hay una cosa que aún es verdad.
Nunca me gustó trabajar. Mi meta fue siempre
ser un vago. Le veía mérito.
Me gustaba la idea de sentarme en una silla
a la puerta de mi casa durante horas, sin hacer nada
más que llevar puesto el sombrero y beber coca-cola.
¿Qué tiene de malo?
Encender un cigarrillo de vez en cuando.
Escupir. Pelar un palo con una navaja.
¿A quién le perjudica? Llamar
de vez en cuando a los perros para ir a cazar conejos. Pruébalo alguna vez.
Saludar cada poco a un chico gordo y rubio como yo
y preguntarle: "¿No te conozco?"
O mejor: "Eh, ¿qué quieres ser de mayor?"

DORMIR

Durmió sobre sus manos.
Sobre una piedra.
Sobre sus pies.
Sobre pies ajenos.
Durmió en autobuses, trenes, aviones.
Durmió de guardia.
Durmió en el arcén.
Durmió sobre un saco de manzanas.
Durmió en un servicio público.
En un henal.
En el Super Dome.
Durmió en un Jaguar y en la parte trasera de una furgoneta.
Durmió en teatros.
En la cárcel.
En barcos.
Durmió en chozas y una vez en un castillo.
Durmió bajo la lluvia.
Bajo el sol abrasador durmió.
En la parte de atrás de un caballo.
Durmió en sillas, iglesias, en hoteles de lujo.
Durmió bajo techo extraño toda su vida.
Ahora duerme bajo tierra.
Duerme y duerme.
Como un antiguo rey.

POEMAS DE "ULTRAMAR" - RAYMOND CARVER


EL COCHE

El coche con el limpiaparabrisas partido.
El coche que perdió una biela.
El coche sin frenos.
El coche con una junta defectuosa.
El coche con un agujero en el radiador.
El coche por el que recogí melocotones
El coche con cilindros que chirrían
El coche sin rueda de repuesto
El coche que cambié por una bicicleta.
El coche con problemas en la dirección.
El coche sin asiento de atrás.
El coche con el asiento delantero lleno de desgarrones.
El coche que perdía aceite
El coche con el manguito carcomido.
El coche que escapó del restaurante sin pagar.
El coche con las llantas lisas.
El coche que no tenía calefacción ni refrigeración.
El coche con la tracción desalineada.
El coche en el que vomitaron mis niños.
El coche en el que yo vomité.
El coche con la bomba de agua rota.
El coche que tenía la correa de distribución como un colador.
El coche con la junta principal reventada.
El coche que abandoné en el arcén.
El coche que escupía monóxido de carbono.
El coche con el carburador lleno de grasa.
El coche que atropelló al perro y no se detuvo.
El coche con un agujero en el silenciador.
El coche sin silenciador.
El coche que averió mi hija.
El coche con el motor varias veces trucado.
El coche con los cabes de la batería corroídos.
El coche que compré con un cheque sin firma.
Coche de mis noches de insomnio.
El coche con el termostato atascado
El coche al que se le incendió el motor.
El coche sin luces delanteras.
El coche que tenía roto un cinturón de seguridad.
El coche con bayetas que nunca se utilizan.
El coche que abandoné.
El coche con problemas de transmisión.
El coche del que me lavé las manos.
El coche que golpeé con un martillo.
El coche al que nunca le apareció la documentación.
El coche que pasó de mano en mano.
El coche al que se le rompió el cable del embrague.
El coche que esperaba detrás de la casa.
Coche de mis sueños.
Mi coche.

EL TELEVISOR DE JEAN

Mi vida va sobre ruedas
en este momento. Aunque ¿quién se atreve
a decir que no volveré a flaquear?
Esta mañana me acordé
de una novia que tuve justo después
de mi ruptura matrimonial.
Una chica muy dulce llamada Jean.
Al principio, ella no tenía ni idea
de la parte mala de las cosas. Llevó
su tiempo. Pero, de todos modos,
me amaba un montón, decía.

Y sé que era cierto.
Me dejó quedarme en su casa
cuando dirigía
los mezquinos asuntos de mi vida
por su teléfono. Me compraba
bebida, me decía
que no era un borracho
como todos esos otros, decía.
Me extendía cheques
y los dejaba sobre su almohada
cuando se iba al trabajo.
Me regaló una chaqueta Pendleton
aquella Navidad, y todavía la uso.

Por mi parte, le enseñé a beber.
Y a dormir
con la ropa puesta.
Cómo despertar
llorando en mitad de la noche.
Cuando la dejé, me pagó dos meses
de alquiler. Y me dio
su televisor en blanco y negro.

Hablamos por teléfono una vez,
meses después. Estaba borracha.
Y seguro que yo también.
Lo último que me dijo fue,
¿Podría ver mi tele otra vez?
Miré alrededor
como si el televisor pudiera aparecer
de repente en su sitio otra vez,
sobre la silla de la cocina. O si no,
salir del armario de la cocina
y presentarse. Pero ese televisor
había sido arrojado calle abajo
semanas antes. El televisor que Jean me regaló.
No se lo dije.
Le mentí, claro. Pronto, le dije,
muy pronto.
Y colgué el teléfono
después, o antes, de que colgara ella.
Pero aquellas palabras oídas como en sueños
me hicieron sentir
que había llegado al final de una historia.
Y ahora, con esa última mentira
a mis espaldas,
podía descansar.

"MIEDO" - RAYMOND CARVER


Miedo de ver una patrulla policial detenerse frente a la casa.
Miedo de quedarme dormido durante la noche.
Miedo de no poder dormir.
Miedo de que el pasado regrese.
Miedo de que el presente tome vuelo.
Miedo del teléfono que suena en el silencio de la noche muerta.
Miedo a las tormentas eléctricas.
Miedo de la mujer de servicio que tiene una cicatriz en la mejilla.
Miedo a los perros aunque me digan que no muerden.
¡Miedo a la ansiedad!
Miedo a tener que identificar el cuerpo de un amigo muerto.
Miedo de quedarme sin dinero.
Miedo de tener mucho, aunque sea difícil de creer.
Miedo a los perfiles psicológicos.
Miedo a llegar tarde y de llegar antes que cualquiera.
Miedo a ver la escritura de mis hijos en la cubierta de un sobre.
Miedo a verlos morir antes que yo, y me sienta culpable.
Miedo a tener que vivir con mi madre durante su vejez, y la mía.
Miedo a la confusión.
Miedo a que este día termine con una nota triste.
Miedo a despertarme y ver que te has ido.
Miedo a no amar y miedo a no amar demasiado.
Miedo a que lo que ame sea letal para aquellos que amo.
Miedo a la muerte.
Miedo a vivir demasiado tiempo.
Miedo a la muerte.
Ya dije eso.