FRAGMENTOS DE "TARZÁN TRAICIONADO" - LEOPOLDO MARÍA PANERO

Extraídos del libro "Tarzán traicionado", de Leopoldo María Panero

BLANCANIEVES SE DESPIDE DE LOS SIETE ENANOS

Prometo escribiros, pañuelos que se pierden en el horizonte, risas que palidecen, rostros que caen sin peso sobre la hierba húmeda, donde las arañas tejen ahora sus azules telas. En la casa del bosque crujen, de noche, las viejas maderas, el viento agita raídos cortinajes, entra sólo la luna a través de las grietas. Los espejos silenciosos, ahora, qué grotescos, envenenados peines, manzanas, maleficios, qué olor a cerrado, ahora, qué grotescos. Os echaré de menos, nunca os olvidaré. Pañuelos que se pierden en el horizonte. A lo lejos se oyen golpes secos, uno tras otro los árboles se derrumban. Está en venta el jardín de los cerezos.

AL OESTE DE GREENWICH

¿Qué se hizo de la Tabla de Bacon, de la Velocidad, de la Energía, qué se hizo? ¿De la ecuación tarde o temprano resuelta, del problema imaginario, de la circulación y de la sangre?... ¿Dónde, dónde el meridiano de Greenwich, el ecuador, los polos, dónde la Tierra de Fuego, las minas de carbón o de platino? Y la vida reducida a una combinación de carbono, de hidrógeno, de oxígeno…
Alguna vez creí en los glóbulos blancos.
Alguna vez creí en la gangrena y otras enfermedades localizables.
Alguna vez creí que Fleming nos había liberado.
Alguna vez creí que tras del experimento de Michelson y Morley todo había terminado.
Hoy…
“Es la hora profesor”, de pronto una voz ronca.
“Es la hora profesor”… Hace tanto tiempo que fue la hora.
Hoy… Cae torpe, vanamente, la nieve, cubre espacios desiertos, fina nieve de inútiles nombres y cifras.
Hoy… El Tiempo, el Espacio… Solos, sin ecuación posible.

DESEO DE SER PIEL ROJA

La llanura infinita y el cielo su reflejo.
Deseo de ser piel roja.
A las ciudades sin aire llega a veces sin ruido
el relincho de un onagro o el trotar de un bisonte.
Deseo de ser piel roja.
Sitting Bull ha muerto: no hay tambores
que anuncien su llegada a las Grandes Praderas.
Deseo
de ser piel roja.
El caballo de hierro cruza ahora sin miedo
desiertos abrasados de silencio.
Deseo de ser piel roja.
Sitting Bull ha muerto y no hay tambores
para hacerlo volver desde el reino de las sombras.
Deseo de ser piel roja.
Cruzó un último jinete la infinita
llanura, dejó tras de sí vana
polvareda, que luego se deshizo en el viento.
Deseo de ser piel roja.
En la Reservación no anida
serpiente de cascabel, sino abandono.
DESEO DE SER PIEL ROJA.
(Sitting Bull ha muerto, los tambores
lo gritan sin esperar respuesta.)

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