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EL DR. MAX MORE Y EL EXTROPIANISMO

Si inquietante es encontrarse con una persona exactamente igual a uno mismo, no menos perturbadora ha de ser la situación contraria: el encuentro con una persona que es exactamente lo opuesto a uno. A mí me ha ocurrido leyendo un texto del Dr. Max More, titulado Superlongevidad sin superpoblación. El texto en cuestión viene incluido en un libro que lleva el nombre de La conquista científica de la muerte. Ensayos sobre expectativas de vida infinita. Es obra de varios autores, pero ninguno tan extravagante como el Dr. Max More, padre del Extropianismo (quizás es una mala traducción del inglés y en realidad debería decir Estropeanismo). No es que yo compre estas cosas, claro, pero como era gratuito y ando investigando sobre el tema, pues eso... Respecto a la pregunta de ¿qué carajo es el Extropianismo?, uno puede entrever la respuesta en los fragmentos que siguen a continuación, que rezuman un optimismo y una confianza en los mercados y en la inteligencia del hombre, a prueba de bombas:

"Ni siquiera una población muy amplia puede esperar agotar las reservas de energía (la energía solar, la energía nuclear procedente de la fisión, y pronto de la fusión, son prácticamente inagotables). Mientras que contemos con energía abundante, podremos producir recursos que los sustituyan, e incluso generar más de los existentes, incluyendo alimentos. Aún cuando se diera el caso de que la población creciera mucho más de lo que muestran las previsiones más elevadas, es seguro que la inteligencia humana y la tecnología serían totalmente capaces de cuadrar las cuentas".
"La inteligencia humana, la nueva tecnología y la economía de mercado permitirán al planeta soportar varias veces la población actual de 6.200 millones de personas".
Eso sí, el bueno de Max More, hombre de acción, da una serie de soluciones: 
"Muere menos gente de hambre, a pesar de existir una mayor población. Esto no significa que se sientan satisfechos; millones de ellos aún pasan hambre o son susceptibles de sufrir interrupciones en el suministro de alimentos. Necesitamos eliminar las barreras del mercado, abolir la política de control de precios en agricultura (que no anima ni a seguir produciendo ni a invertir), y presionar a los gobiernos que estén inmersos en guerras y colectivización para que modifiquen su forma de actuar".
"A medida que nos enriquecemos, tenemos más dinero para invertir en un entorno más limpio. Si uno necesita alimento, refugio y otros bienes básicos, no se detiene a pensar en el medio ambiente. Desde que existen mecanismos que permiten limpiar y purificar el aire y el agua y espacio para recrearnos, podemos esperar que siga sucediendo así.
Lo más eficaz para estimular cambios positivos son los mercados, es decir, que los indicadores de precios sean un incentivo para moverse en la dirección adecuada. Si todos los que contaminan tienen que pagar por lo que producen, ya que su actividad se inmiscuye en los derechos de los demás, buscarán formas de hacer las cosas reduciendo los niveles de contaminación. Los problemas de contaminación existen, y muchos de ellos pueden deberse a un error en el cumplimiento de los derechos de la propiedad privada, por lo que esos recursos se tratan como bienes gratuitos que no necesitan administración". "Deberíamos presionar para que la administración de los recursos se hiciera de forma responsable, privatizando los recursos comunes para crear incentivos que aseguraran su gestión y renovación".
"Cada vez se necesitará menos espacio para la maquinaria de fabricación, lo que dejará más espacio para las personas. Es más, alguna de esa maquinaria se enviará al Espacio. El resultado de estos y otros cambios (algunos de los cuales ya están en proyecto) liberarán a la Tierra de objetos y maquinaria prescindible, aunque anteriormente necesaria".
"... una vez que hayamos vencido al envejecimiento esperaremos otras amenazas para nuestras vidas, como la guerra o la violencia, que serían cada vez menos aceptables. Podemos apreciar que en las sociedades donde la población presenta índices de edad elevados, se vive mejor que en las generaciones anteriores, y no sólo por el bienestar económico, sino también por la seguridad y la salud".

Probablemente, el Dr. Max More debe de tener un grupo de adeptos siguiéndole allá por donde vaya, creyendo a pies juntillas lo que dice un hombre con una formación como la suya. A mí, personalmente, me produce una extraña sensación, una mezcla entre la risa (provocada por un humor tan delirante como el suyo) y la preocupación al saber que hay gente que dice estas cosas y hasta se les paga por ello. Seguramente, tanto el Dr. More como sus parroquianos deben de dormir a pierna suelta, con un sueño tranquilo, reparador y sin sentimientos de culpa, sabedores de que mañana el cielo aparecerá más azul, si cabe...

BREVE RESEÑA WIKIPÉDICA SOBRE EL AUTOR DE ESTAS PERLAS: Max More (nacido Max T. O'Connor, enero de 1964, en Bristol, Gran Bretaña) en un filósofo y futurólogo que escribe y da conferencias sobre prospectiva y el impacto de las tecnologías emergentes. Fundador del Extropy Institute, More ha escrito numerosos artículos exponiendo la filosofía transhumanista desde una óptica libertaria, perspectiva que bautizaría como extropianismo.