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«PARIS IS BURNING» (1990) - JENNIE LIVINGSTON

Paris is Burning es un documental que nos muestra una parte de la escena underground del New York de 1987, más concretamente el underground negro, gay y transexual en la zona de Harlem. Como reconoce uno de los protagonistas al principio de la película: si eres un hombre negro y además eres gay, vas a tener una vida realmente jodida, así que más te vale ser fuerte. Homosexuales y transexuales, negros en su mayoría, se organizan en un mundo subterráneo, paralelo al hegemónico, blanco y heterosexual. Hacen desfiles de modelos, "balls", en locales como el Savoy Manor, donde compiten por alzarse con algún trofeo de las muchas categorías existentes: la más glamourosa, la más guapa, la más femenina... o también "la mejor con ropa de deporte de invierno" (y no vale presentarse con ropa de poliéster, o si lo haces, te caerán las críticas feroces de los asistentes). Algunas son capaces de gastarse un pastón para participar en esos balls, y la que no puede hacerlo, no duda en ratear, en robar algo para conseguir sus fines. Son seres apartados del mundo blanco, heterosexual y biempensante, al margen de una sociedad que no los admite y tiende a expulsarlos o, en el mejor de los casos, a ningunearlos. Es por ello que han de buscarse la vida como pueden, a menudo prostituyéndose, pues en la época mostrada no quedan muchas opciones para un homosexual o un transexual. Gracias a estas fiestas y a estos reductos de libertad, gays y transexuales de New York pueden encontrarse y juntarse con otros que son como ellos, construirse una identidad, crear conciencia de grupo, reafirmarse, defenderse, sentirse libres, hablar su particular jerga, enamorarse, follar... 
La cámara de Jennie Livingston se acerca a ellos para mostrarnos cómo es su vida. Livingston convivió con ellos durante siete años a finales de los 80, asistiendo a sus bailes, a los eventos sociales organizados por la comunidad negra gay... Es ahí donde nace Paris is burning.  
Muchos de los protagonistas que aparecen en pantalla fueron expulsados de sus familias o empujados a marcharse lejos, para que esa familia no se avergonzara ante la comunidad. Encontraron refugio en las "houses", casas donde viven otras personas del colectivo en una situación parecida, lideradas por una "mother", una persona que los acoge y hace las veces de una madre. Son esas "houses", esas "familias", como los Xtravaganza, LaBeija (liderada por la multipremiada Pepper Labeija), Pendavis... las que luego compiten a muerte en las pasarelas imaginarias de los balls. Es ahí donde estas drag queens pueden acariciar el sueño imaginario de convertirse en una estrella, aunque sea una estrella pequeñita y local, una vía de escape de un mundo especialmente jodido para ellos. La competencia es dura y a veces hay piques muy fuertes entre ellas, llegando al insulto, unos insultos llenos de gracia y de inteligencia. Destacan personajes como Pepper Labeija, Kim Pendavis, Octavia Saint Laurent, Venus Xtravaganza, Willi Ninja, uno de los innovadores del vogue, la danza que nació en las calles y en los balls y que pretendía emular las poses de las divas de la revista Vogue, baile que Madonna fagocitaría después y haría famoso y que acabaría llegando a lugares tan lejanos como París y Japón, personajes que aspiran a ser, o que ya son, "leyendas" dentro del microcosmos gay de la ciudad. A ritmo de música disco, los aspirantes caminan contoneando sus caderas o bailan vogue. Como no podía ser de otro modo, Paris is burning está acompañada de buena música, especialmente música disco, pero también temas de Barry White, Diana Ross, Aretha Franklin...
El documental ganó el gran premio del jurado en Sundance en 1991.

«MY ENEMY´S ENEMY» (2007) - KEVIN MACDONALD

 ... documental sobre la figura del comandante de la Gestapo Klaus Barbie, apodado el carnicero de Lyon, al que se atribuyen horrendos crímenes, desde la captura y asesinato de 44 niños judíos en Izieu, hasta el envío a campos de concentración de más de 7.500 personas, pasando por el arresto y tortura de 14.000 miembros de la Resistencia, y el asesinato de 4.432 personas, incluido Jean Moulin, el líder de la Resistencia durante el régimen de Vichy. La cinta nos habla de su sadismo a la hora de obtener información de los prisioneros; su colaboración, como muchos otros nazis tras el final de la Segunda Guerra Mundial, con los aliados y en especial con el gobierno de Estados Unidos, dispuesto a justificar cualquier medio con tal de conseguir su objetivo, la caída de su nuevo enemigo, la URSS, y en general acabar con cualquier gobierno, institución o grupo de corte izquierdista; su huida a Bolivia a través de la "ruta de las ratas" auspiciada por El Vaticano; su estancia en el país andino con una nueva identidad de apellido judío, Altman, convertido en un honrado empresario que no duda en colaborar con los sucesivos dictadores o en golpes de estado y que sueña con crear un cuarto Reich en Bolivia (incluso se habla de su posible participación en la detención y asesinato del Che Guevara); el acoso al que fue sometido por los Klarsfeld, un matrimonio de cazanazis; y su posterior caída en desgracia con la llegada de un gobierno democrático, lo que conlleva su entrega a Francia para ser juzgado en un juicio que aparte de intentar hacer justicia también pretendía lavar la imagen de una Francia colaboracionista con el régimen nazi...

«EL HOMBRE QUE VIO DEMASIADO» (2015) - TRISHA ZIFF

... El hombre que vio demasiado es el mejicano Enrique Metinides, un fotógrafo de nota roja que, ya desde muy pequeño, manifestó una atracción morbosa por fotografiar accidentes. Ese hobby, un tanto extraño para un crío que aprovecha el tiempo libre que le deja la escuela para tomar la cámara Box Brownie regalada por su padre e ir a buscar por el D.F. lugares donde han ocurrido accidentes recientes, se acabará convirtiendo en su profesión y en el centro de su vida. A los trece años ya colabora con la prensa. Poco a poco, a medida que va ganando experiencia, el fotógrafo mejicano, al que apodan «El Niño», va ampliando su radio de acción y comienza a retratar escenas donde han ocurrido crímenes o van a ocurrir, como esa foto de un hombre a punto de suicidarse o la de esa niña, en la carnicería, que introduce accidentalmente su brazo en la máquina trituradora de carne. Esos accidentes y esos crímenes horripilantes a menudo congregan a multitudes que no solo quieren ver lo que ha pasado: también posan para la foto. El morbo y la espectacularización de la vida, junto a la violencia y la muerte, son otros temas que aparecen en el documental.
Metinides es un personaje peculiar, vestido siempre de manera impecable con traje y corbata —el horror no está reñido con la elegancia—, incluso cuando tiene que llegar a lugares remotos para hacer su trabajo. Es un tipo al que a fuerza de contemplar de frente la muerte y el mal se le ha ido curtiendo la piel y el corazón se le ha encallecido. Al igual que otros compañeros de profesión, sabe que hay que desligar trabajo y vida personal, y Metinides es también un hombre familiar, que adora a sus hijas, a pesar de que el trabajo le impide casi verlas, y a sus nietos. Es un devorador de periódicos y un coleccionista tan minucioso como compulsivo de fotos de sucesos relacionados con la nota roja, fotos que luego guarda perfectamente clasificadas en carpetas. Pese a todo la brutalidad que han contemplado sus ojos, sigue siendo aquel niño que se aficionó a las fotos macabras: tiene colecciones de camiones de bomberos y de ambulancias, con las que incluso hace montajes para sus obras. Su arriesgada profesión, más peligrosa cuanto más se acerca uno a la verdad de los hechos, ha convertido a Metinides en un hombre supersticioso, como revela la cantidad de ranas de la suerte que guarda en su casa.
Por la película desfilan algunos personajes que hacen una reflexión sobre el trabajo de Metinides, la profesión de fotógrafo y la violencia en general. Destaca la presencia de Dan Gilroy, el autor de Nightcrawler, una película que gira en torno a la vida de los nightcrawlers, esos fotógrafos, como Metinides, que se dedican a retratar la escena del crimen. Al igual que ellos, Metinides y otros colegas de profesión no dudan en establecer su «base» en las dependencias de la Cruz Roja o en llegar al lugar de los hechos subidos en ambulancias que cruzan la ciudad en medio de un ruido de sirena enloquecedor.
Metinides no hubiera pasado de ser un fotógrafo más si su obra no hubiera entrado en los museos. Es ahí donde sus fotografías empiezan a ser consideradas arte. ¿Pueden el horror, la violencia, el crimen y la muerte ser considerados arte? Hay una imagen que representa perfectamente este dilema: una mujer sufre un accidente y su cuerpo queda seccionado en dos. Pese a la truculencia de la foto, hay algo hermoso en ella que impide al espectador separar su mirada clavada en el teatro de los hechos. Parece incluso algo impostada, una escenificación; de hecho la mujer seccionada es una mujer bellísima cuyos ojos se han quedado abiertos. Como dice Metinides: te maquillas, sales de casa y luego a veces no vuelves a ella. Así de frágil es la vida. Puede que Metinides solo sea un mirón más, como lo somos todos, basta mirar esos accidentes de carretera donde los conductores que pasan al lado aminoran la velocidad para poder captar algún detalle morboso de la escena; o puede que su objetivo se limite a reflejar una sociedad, la mejicana, tremendamente violenta y donde se cuentan por centenares los fotógrafos y periodistas asesinados; o puede ser incluso que no sea solo la sociedad mejicana la que está enferma sino la sociedad entera. Hay un momento de la película en que se compara la violencia que hay en Méjico y en Estados Unidos, y se hace una reflexión muy interesante: no es que una sociedad sea más violenta que la otra sino que Estados Unidos, un país también muy violento, ha optado por no reflejar en los medios las imágenes de esos crímenes...

«SUMMER OF SOUL» (2021) - AHMIR-KHALIB THOMPSON

 ... la ceremonia de entrega de los óscares de 2022 pasará a la historia del cine y a la historia en general como la noche en que Will Smith le soltó una hostia a Chris Rock por haberse metido con su mujer, Jada Pinkett Smith. Un negro pega a otro negro y arruina así la gala y probablemente su carrera. Pero esa noche ocurrió otro acontecimiento que también tiene que ver con la comunidad afroamericana: la película Summer of Soul, el llamado Woodstock negro, ganaba el óscar al mejor documental. No creo que estuviera en la mente de Will Smith eclipsar el logro de este documental, todo una reivindicación del pueblo negro y de su empoderamiento, pero así fue.
El Harlem Cultural Festival tuvo lugar en 1969 y a lo largo de seis fines de semana consecutivos (desde el 29 de junio hasta el 24 de agosto) logró reunir a cerca de 300.000 personas en el Mount Morris Park, ahora llamado Marcus Garvey Park (en honor a Marcus Garvey, el líder negro, fundador de la UNIA, Asociación Universal para la Mejora del Hombre Negro, y que entre otras cosas abogaba por el regreso al continente africano).
Hay que tener en cuenta el contexto en que tiene lugar el evento, después de una serie de magnicidios: John F. Kennedy (en 1963), Malcolm X (1965), Martin Luther King (1968) y Robert Kennedy (1968), y teniendo como telón de fondo la protesta contra la guerra de Vietnam, donde combate un gran número de población negra. Ese es el contexto en que a Tony Lawrence, actor y cantante de nightclubs de Nueva York, se le ocurre la idea de montar un festival gratuito en la ciudad de Nueva York, más concretamente en pleno barrio de Harlem, con una mayoría de población negra o de origen latino, de clase trabajadora y asolado por el crimen y la heroína.
La iniciativa cuaja, gracias al apoyo de John V. Lindsay, el alcalde blanco republicano, y de algunos patrocinadores. Para evitar posibles conflictos, los conciertos estarán vigilados por la policía pero también por integrantes de los Black Panthers. Y así es cómo por aquel parque y a lo largo de seis fines de semana irá pasando la flor y nata de la música negra (blues, góspel, jazz, soul, R&B, rock, funk...): B.B. King, Ray Barretto, Mongo Santamaría, David Ruffin, Chambers Brothers, Stevie Wonder (tocando la batería, el teclado, y con un asistente con un paraguas), Nina Simone (cantando junto al piano y leyendo el poema reivindicativo de un poeta negro), Gladys Knight and the Pips, Chuck Jackson, Sly and the Family Stone (con una banda que integra a músicos blancos y a mujeres tocando instrumentos), Mahalia Jackson, The 5th Dimension, Hugh Masekela, Sonny Sharrock, el baterista Max Roach, el ventrílocuo Willy Tyler con su muñeco Lester...
El monumental documental es el debut como director del talentoso Ahmir Thompson, Questlove, baterista en la banda The Roots, además de DJ, productor, periodista, actor... A partir de un material inédito construye una obra de dos horas que muestra lo que ocurrió en aquel verano de 1969 en el Mount Morris Park. No se trata solo de una serie de conciertos que consigue reunir a una pléyade de músicos negros de primera fila sino que también cuenta con la participación de líderes de la comunidad tan destacados como el reverendo Jesse Jackson, lo que contribuye a que finalmente se convierta en un acto de exaltación de la negritud, de reivindicación de los derechos de la comunidad negra, o como el propio Jesse Jackson clama (y con él el público): ¡Soy negro! ¡Soy hermoso! ¡Soy orgulloso! Tal y como revela la cinta, en ese momento histórico se produce un irreversible punto de inflexión: es la hora de dejar de ser llamado despectivamente «negro» y empezar a ser reconocidos como «black». Dicho de otro modo, la asunción por parte de la comunidad negra de todo su poder, el reconocimiento de su capacidad de cambiar las cosas, llegando, si es necesario, a usar la fuerza (aquí las opiniones se dividen entre pacifistas y partidarios de la vía violenta).
Hay un momento especialmente emotivo hacia la mitad de la película, cuando el pastor Jackson cuenta los últimos instantes de Luther King (Jackson estaba con él), poco antes de caer asesinado, y quería escuchar una canción que no pudo escuchar, y que en el festival se interpreta.
El documental cuenta con testimonios como el del actor Musa Jackson y otros participantes que estuvieron presentes en aquellos conciertos, incluido el actor Chris Rock (ese que se llevó una hostia durante una gala de los óscares, ¿lo recuerdan?), y que ahora, décadas después, recuerdan, con lágrimas en los ojos, lo que pasó. Alguno incluso parece cuestionarse si aquello realmente llegó a pasar, dada la irrelevancia a la que fue condenado, o tal vez es la memoria que juega una mala pasada e inventa las cosas.
¿Cómo puede ser que este evento, un «océano de gente negra», gratis para todos los asistentes, pasara desapercibido? Es cierto que coincide temporalmente con el más popular festival de Woodstock (apenas los separan 100 millas), pero incluso el de Harlem empieza antes. ¿Cómo es posible que esas cintas se guardaran durante 50 años en un sótano, que nadie se interesara por ellas y que aquel festival fuera ninguneado y olvidado?
«O cuando la revolución no pudo ser televisada», reza el subtítulo del filme. El productor de televisión Hal Tulchin filmó unas 50 horas, en color (algo inusual pues lo habitual en la época era el blanco y negro). Asegura que toda la publicidad se la llevó Woodstock, que al igual que Altamont (el Woodstock de la Costa Oeste de diciembre de ese mismo año) contaba con un plantel de grupos mayoritariamente blancos. Incluso probaron a llamar al de Harlem el Black Woodstock, pero no parece que fuera buena idea pues a nadie le interesaba un espectáculo de negros ni mucho menos lo que pasaba en Harlem. El hecho es que el festival se olvidó y también las cintas, como se olvida buena parte de la historia. O tal vez no fue por racismo ni por desinterés sino porque lo que aconteció aquel verano en el Mount Morris Park era demasiado peligroso, pues hablaba de empoderamiento y de cambiar el mundo, y estas cuestiones, ya se sabe, conviene abortarlas a tiempo...

«MESSNER» (2012) - ANDREAS NICKEL

... Messner narra la vida del italiano Reinhold Messner, considerado el mejor alpinista de todos los tiempos, capaz de escalar las 14 cumbres de más de 8.000 metros sin oxígeno, y capaz asimismo de embarcarse en otro tipo de retos, como cruzar desiertos y glaciares, además de ser también escritor, conferenciante... 
El principio de Messner recrea cómo era la infancia del escalador en Villnös, un pueblo germanoparlante de Italia, muy cercano a la frontera con Austria y rodeado de montañas, en una familia de nueve hijos y con un padre muy autoritario. El documental reconstruye la primera vez que subió a una montaña, una muy alta, y la impresión que esto le produjo, hasta el punto de que habría de marcarle de por vida.
La película se recrea con una fotografía hermosa de montañas nevadas y paredes de roca verticales, los escenarios naturales en los que transcurrió la vida del escalador: los Alpes, el Himalaya...
Lo más interesante, a mi juicio, de Messner es cuando indaga en su personalidad, en esa obsesión suya por la montaña, en sus intentos (a menudo fracasados) por ir siempre más allá y trascender los límites, por acometer nuevas rutas, y cómo esa obsesión, ese permanente coqueteo con la muerte, condiciona su vida y la de los que le rodean. 
Uno de los momentos cruciales de la película es ese en que se narra un hecho luctuoso, y probablemente el más doloroso de su carrera, que marcará la vida de Messner: la muerte de su hermano Günther cuando ambos descendían el Nanga Parbat después de haberlo coronado con éxito. Esa desaparición, no exenta de sentimiento de culpabilidad, va volviendo cada vez más solitario a Messner, que siempre que puede prefiere subir en solitario y así ser responsable solo de su propia vida. Cuenta el propio alpinista cómo a veces, en sus ascensos posteriores a aquella sombría expedición al Nanga Parbat, podía percibir la presencia extraña de su hermano fallecido y cómo esto lo impulsaba a seguir adelante. La muerte de su hermano es un episodio inacabado, pues no se llegó a encontrar su cuerpo, un círculo abierto que solo al final de la película parece cerrarse.
Messner, y también otros alpinistas que lo acompañaron, nos cuenta detalles de sus expediciones, incluidos otros accidentes trágicos que jalonaron su vida, varios de ellos simulados con vertiginosas secuencias de acción, algunos de los cuales acabaron con la muerte de participantes; todo lo cual nos revela cómo en la escalada de alto nivel la muerte siempre está muy cerca, seguramente demasiado, y hay que saber gestionar el miedo a esa muerte. No todo es cuestión de preparación física o mental, de esta concentrado en la escalada y saber aislarse del resto del mundo para que nada distraiga; basta un error humano, aunque solo sea uno, o un cambio en las condiciones climáticas o un golpe de azar en forma de plataforma de hielo que se hunde, una avalancha, un desprendimiento de rocas... Y fin de la historia. Esa posibilidad cierta de morir en cualquier momento imprime una personalidad especial, como la que tiene Reinhold Messner, el mejor alpinista de todos los tiempos: metódico, obsesivo, solitario, espiritual, consciente de la fragilidad y de la pequeñez del ser humano ante la naturaleza...

«LIFE OF CRIME 1984-2020» (2021) - JON ALPERT

... este documental narra la vida de tres residentes de Newark (la ciudad más grande de Nueva Jersey), Rob Steffey, su pareja Deliris Vasquez y Freddie Rodriguez, a lo largo de 36 años, desde 1984 hasta 2020. La historia de Rob, Freddie y Deliris empieza en uno de esos barrios de clase obrera devastados por la droga (como lo eran ciertos barrios de grandes ciudades en España en los ochenta). Los tres pertenecen a familias numerosas, no llegan a fin de mes y tienen una prole que alimentar. Con este estado de cosas, optan por la vía fácil: pequeños robos a tiendas (perpetrados como si de un juego inofensivo se tratase y filmados de manera ágil con cámara oculta), venta de mercancía robada... En esa primera época, cuando todavía son jóvenes e impetuosos, su vida es precaria, pero al menos es divertida.
Jon Alpert, es el director de esta cinta. Un periodista y documentalista avezado que ha cubierto conflictos en diferentes partes del mundo, desde Vietnam hasta Filipinas o Nicaragua, y que además de realizar numerosos documentales fue el hombre que le regaló un audífono a Fidel Castro (rodó con él Cuba and the Cameraman). 
Alpert se encuentra con los tres protagonistas en diferentes momentos de sus vidas. La película guarda un cierto parecido con The up series, una serie de documentales de corte antropológico y sociológico, producida por Granada Television para ITV, un experimento de extenso recorrido en el que su director, el británico Michael Apted, entrevista a 14 personas a lo largo de toda su vida, en periodos de 7 años. 
En Life of Crime, más que de una vida de crimen habría que hablar de una vida de droga, pues es la droga, especialmente la heroína, el hilo conductor de la vida de estos tres drogadictos, la que le da el sentido (o sinsentido). Todo lo demás: la violencia, los robos, la prostitución, el síndrome de abstinencia, el alcohol, el SIDA, las cárceles y las estancias prolongadas en prisión, las curas de desintoxación, los intentos por rescatar a otros del mundo de las drogas, las familias que asisten atónitas a esa espiral de autodestrucción (que es también la destrucción del propio núcleo familiar), las recaídas, los trabajos precarios, las parejas rotas, las sobredosis, la soledad... y finalmente, la muerte; todo eso no son más que consecuencias del consumo abusivo de droga. El suyo es un mundo de fragilidad, donde la adicción se impone sobre su voluntad y sobre cualquier otra cosa, incluidos los lazos sentimentales, de pareja o familiares. En la vida de un yonqui, el caballo lo es todo. Incluso cuando logran escapar a él y están limpios y llevan una vida normal, la heroína siempre está ahí, en el barrio, acechante, ellos saben dónde y quién la vende, a la vuelta de la esquina, en cualquier parque o plaza. La dama blanca es paciente y sabe esperar. El yonqui es débil y bastará cualquier adversidad para que busque consuelo en un chute, uno solo, uno que le haga olvidarse de los problemas por unas horas. Y luego de nuevo el infierno, la vuelta a la salida de casilla.
Para entender la magnitud del problema de las drogas en Estados Unidos, basta un dato que aparece en la película: 1,3 millones de estadounidenses murieron en las numerosas guerras en las que Estados Unidos estuvo involucrada, y más de 5 millones de estadounidenses murieron por consumo de droga desde que se empezó a rodar Life of Crime...

«UKRAINE ON FIRE» (2016) - IGOR LOPATONOK

 ... se agradece que en estos tiempos convulsos de guerra y de manipulación mediática, se pueda colar alguna obra, en este caso una película, que cuente una versión de los hechos diferente a la del rodillo informativo que es el mainstream imperante. El director ucraniano Igor Lopatonok nos habla del Maidán, los hechos acaecidos en la plaza de la Independencia de Kiev, en Ucrania, entre el 21 de noviembre de 2013 y el 23 de febrero de 2014, pero también nos habla de los acontecimientos previos y de las consecuencias posteriores. 
El Maidán, o Euromaidán, comenzó con una manifestación espontánea de ciudadanos ucranianos que protestaban de manera pacífica contra su presidente Víktor Yanukóvich, del prorruso Partido de las Regiones, un día después de que éste suspendiera su prometida firma del Acuerdo de Asociación y el Acuerdo de Libre Comercio con la Unión Europea. Conforme pasan los días la situación se va radicalizando y acaba con enfrentamientos muy violentos contra la policía ucraniana, en medio de disparos efectuados por supuestos francotiradores. Hasta aquí el relato «oficial» que todos conocemos, pero Igor Lopatonok y su productor ejecutivo, Oliver Stone, que ejerce de entrevistador en el documental, nos muestran otras caras de ese conflicto.
La película comienza con una breve introducción histórica que nos habla de invasiones sufridas por lo que actualmente es Ucrania, de su papel en la Segunda Guerra Mundial, de su posterior integración en la URSS, de la Revolución Naranja de 2004... Mención especial merece Stepan Bandera, héroe nacional para algunos, el líder de la Organización de Nacionalistas Ucranianos (OUN), que combatió del lado de las tropas nazis y que posteriormente peleó contra ellas y contra los rusos. Esa corriente nacionalista y derechista recorre la posterior historia de Ucrania y aparece de nuevo en el Euromaidán, en forma de grupos ultra-nacionalistas y de extrema derecha, como Pravy Sektor.
Oliver Stone realiza algunas entrevistas interesantes con personajes relevantes como Vladimir Putin, el presidente ruso que asiste atónito a la ampliación de la OTAN hacia el este europeo hasta rodear de manera peligrosa a Rusia, o Víktor Yanukóvich, el que fuera presidente de Ucrania antes que la presión de la calle le hiciera marcharse de una manera bastante misteriosa de su país y buscar refugio en Rusia. Ambos cuentan su personal visión de los hechos, que queda muy lejos de ese romántico levantamiento popular que ofrece la prensa occidental, y hablan abiertamente de un golpe de estado que se venía larvando desde tiempo atrás, apoyado como no podía ser menos por el gobierno de Estados Unidos, tal y como indica otro de los entrevistados, el estadounidense Robert Parry, fundador de un servicio de noticias independiente, Consortiumnews, y periodista de investigación (conocido por destapar el escándalo Irán-Contra, la intervención de la CIA en el tráfico de cocaína de la Contra en Estados Unidos o por descubrir un manual de guerrilla psicológica de la CIA para instruir a la Contra nicaragüense) que cuenta cómo la ayuda norteamericana se realiza de manera encubierta a través de ONGs encargadas de sustituir a la CIA a la hora de inmiscuirse en la geopolítica internacional. Aquí radica el interés de esta película, en ofrecer una versión alternativa a la «verdad oficial». Personas que participaron de manera activa en esos hechos nos cuentan su punto de vista, que no ha podido ser escuchado antes por la manipulación mediática que lleva a cabo la prensa de los países abanderados de la libertad de prensa, los mismos que clausuran medios prorrusos como Sputnik y RT, acusados de hacer el mismo tipo de propaganda que ellos hacen.
Ya en ese momento, finales de 2013 y principios de 2014, Ukraine on Fire nos muestra un país muy polarizado, dividido entre un este simpatizante de una alianza económica con Rusia y un oeste más inclinado a integrarse en la Unión Europea. Tras la caída de Yanukóvich, el nuevo gobierno, instituido por cauces irregulares, se ve respaldado por la Unión Europea y Estados Unidos, que siempre apoyaron el Euromaidán, de hecho algunos de sus miembros se dejaron caer por la plaza de la Independencia para animar a los manifestantes a seguir luchando. La respuesta de los partidarios prorrusos no se hace esperar. El 11 de marzo, Crimea y la ciudad de Sebastopol declararon su independencia de Ucrania, tras celebrar un referéndum. Algo parecido sucede en el este del país, en la zona del Donbás, donde se producen referéndums por la independencia de Donetsk y Lugansk, que acaban convirtiéndose en repúblicas independientes, enfrentadas militarmente al gobierno de Kiev. Otros conflictos se producen en lugares como Odessa, donde el movimiento de protesta anti-Maidán, en forma de manifestantes acampados en un parque situado frente a la sede de los sindicatos, fue atacado por ultranacionalistas que posteriormente incendiaron esa sede, donde se habían refugiados los manifestantes.
La película, que vio la luz en 2016, habla de unas confrontaciones que ya prefiguraban el conflicto que estaba por venir: un escenario casi de guerra civil dentro de Ucrania que derivará en una intervención rusa en territorio ucraniano —de aquellos polvos, estos lodos— y todo ello enmarcado en un ambiente enrarecido y de desenlace imprevisible que evoca los tiempos de la Guerra Fría...

«FOUR HOURS AT THE CAPITOL» (2021) - JAMIE ROBERTS

 ... documental a propósito de los hechos que tuvieron lugar el 6 de enero de 2021, cuando el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, animó a los suyos a ir hacia el Capitolio, después de considerar que su derrota en las elecciones había sido un fraude electoral. Y los suyos se lo tomaron al pie de la letra y una variopinta y enfurecida multitud, encabezada por los Proud Boys que parecían tener muy claro cuál era el objetivo, con algunos de los manifestantes ataviados con extrañas vestimentas, otros portando armas y otros con protecciones corporales, entre un océano de banderas confederadas, se enfrentó a la escasa policía que protegía el Capitolio y acabó entrando en las instalaciones. La multitud convertida en arma o el pueblo entrando en la casa del pueblo mientras los representantes del pueblo se escabullen como pueden, protegidos por una policía desbordada. Tomando como material las imágenes grabadas por los manifestantes, con sus cámaras o móviles, por la prensa y también por los policías y por el circuito cerrado del parlamento, Jamie Roberts, el director, arma un interesante documental, cargado de tensión y no exento de épica, que por momentos recuerda a una película bélica en la que no faltan "daños colaterales", donde nos va detallando de manera cronológica lo que aconteció en aquellas cuatro horas que conmovieron al mundo... 

«DEEP PURPLE: FROM HERE TO INFINITE» (2017) - CRAIG HOOPER

 ... documental que muestra la grabación del disco "InFinite" (2017) de Deep Purple en la ciudad de Nashville, con Ian Gillan, Don Airey, Roger Glover, Steve Morse y Ian Paice, convertidos en venerables setentones pero sin perder un ápice de flow, trabajando en equipo, improvisando, haciendo brainstorming... con el productor Bob Ezrin "tirando del hilo de la cometa". Aparte de tocar y pasárselo en grande, hablan del pasado, de los que se fueron y de los que cayeron, de los que entraron a sustituir y de los que se quedaron; del futuro y de si será este el último disco de Deep Purple (luego vendrían otros dos discos más y la pregunta se repetiría otra vez); de los achaques de la edad, como esa enfermedad de los huesos del guitarrista, Steve Morse, que le obliga a reinventar su técnica... En fin, un gran documental para conocer más de la banda y para ver cómo se cocina un disco de rock...

«EL AÑO DEL DESCUBRIMIENTO» (2020) - LUIS LÓPEZ CARRASCO

... para España 1992 fue el año de las olimpiadas de Barcelona y la Expo de Sevilla. Por fin España se situaba en el panorama internacional como una nación fuerte, desarrollada y moderna, como sucediera cinco siglos antes. Esa era al menos la idea que nos vendían los políticos y las televisiones. Y sin embargo ese mismo año, 1992, en Cartagena (Murcia) los conflictos derivados de la reconversión industrial, en forma de cierre de fábricas y cientos de despidos, impulsada por Europa y con el beneplácito de nuestro presidente, terminaron con el incendio de la Asamblea Regional de Murcia por parte de los manifestantes que se enfrentaban en la calle a la policía. Un hecho gravísimo, sí, pero ¿alguien lo recuerda? Ni siquiera en Murcia, donde tuvieron lugar aquellos hechos, casi nadie se acuerda de ellos.
El año del descubrimiento es un documental de presupuesto limitado pero al mismo tiempo es una película grande, en extensión (200 minutos), pero grande también en su ambición: radiografiar la clase obrera. El filme se estructura en tres partes: «Aunque no lo recuerde, sí que lo he vivido», «Y el mundo te come a ti», «Quemar un parlamento» y un epílogo. La acción transcurre en Cartagena, en el interior de un bar. A través de una pantalla partida en dos vemos desfilar por ese bar a personas de clase obrera de ambos sexos, desde jóvenes hasta jubilados. Fuman, beben, comen, charlan entre ellos, bromean, nos cuentan sus batallitas de cuando eran jóvenes, hablan de sus problemas, se interrumpen, se pisan unos a otros... El tema de conversación que más se repite es el trabajo (o la carencia de trabajo), al fin y al cabo una parte esencial de nuestras vidas. Cartagena tiene un 20% de desempleo, una cifra alta pero no muy diferente del resto del país.
Los más jóvenes parecen un poco perdidos, abrumados ante la responsabilidad que se les viene encima. Sin ideas claras sobre su futuro, algunos tienen los estudios básicos y empiezan a descubrir que son carne de cañón, condenados a ir empalmando un currillo tras otro sin alcanzar nunca una mínima estabilidad económica. Otros, con carreras universitarias y a priori mejor preparados, tampoco lo tienen mucho mejor y en sus caras se refleja la decepción al comprobar que todo su esfuerzo va a servir de poco. La mayoría de esos jóvenes no tiene una conciencia de clase, que es una de las tesis de la película. Van a lo suyo, sálvese quien pueda.
Por el otro lado están los jubilados, con una mayor conciencia social. Reconocen que la situación está mal pero ellos al menos cobran su pensión. Cuando se juntan rememoran aquella época de 1992 y hablan de cómo se enfrentaban a la policía sin miedo, pues no tenían nada que perder, salvo su trabajo, y precisamente por ello estaban luchando, por no perderlo. No era solo un problema de los trabajadores directamente afectados por los despidos, sino que era un problema también de sus familias y de todos los demás negocios de la ciudad. La solidaridad entre todos ellos los impulsaba a echarse a las calles a manifestarse, a cortar carreteras... como podemos apreciar a través de imágenes de la época tomadas de las televisiones.
Entre ambos grupos podríamos hablar de un grupo intermedio: personas de mediana edad en situación de precariedad laboral. Esa precariedad se percibe en sus rostros prematuramente envejecidos, en su gesto serio... en ese afán por autodestruirse a base de tabaco y alcohol. Son los daños colaterales por pertenecer a la clase obrera y estar cada vez más condicionado por la inestabilidad económica: enfermedades, accidentes laborales, depresiones...
Un aspecto que se ha cuidado mucho en El año del descubrimiento es el del vestuario y el peinado. Aunque se rodó en el año 2019, la apariencia de los protagonistas es tal que podría ser de ahora o de 1992. Con el bar en que se rodó, La Tana, pasa otro tanto, parece anclado en el tiempo. De aquellos polvos, estos lodos, sin solución de continuidad; los problemas siguen siendo los mismos ayer y hoy. Es más, aunque El año del descubrimiento es un filme muy localizado geográficamente, lo que nos está contando tienen una dimensión universal, es una película que se puede entender perfectamente en cualquier otro país.
Algunos sindicalistas y trabajadores jubilados nos hablan, entre emocionados, orgullosos y decepcionados, sobre cómo vivieron aquellos días de 1992 que culminaron con la quema de la asamblea regional. ¿Sirven para algo los sindicatos?, ¿no se han quedado un poco anticuados en un mundo tan moderno y globalizado? En el epílogo de la película, después de ser testigos de tanta desolación y frustración, un sindicalista (que sufrió su primer accidente laboral a los 14 años) hace todo un discurso hablando de ese tema y de otros relacionados. Reconoce que tal vez están un poco anticuados, pero un sindicato siempre debe existir, asegura, siquiera como muro de contención. Pero sobre todo, continúa, la solución ha de ser política, tiene que haber un partido político que canalice toda esa lucha y que trate de poner freno a los excesos del capitalismo y a esa excrecencia fascista que recorre el mundo...

 

«PARADISE LOST: THE CHILD MURDERS AT ROBIN HOOD HILLS» (1996) - JOE BERLINGER, BRUCE SINOFSKY

... tres niños son torturados, violados y asesinados en el bosque de Robin Hood Hills (Arkansas). La policía no tarda en encontrar tres sospechosos: uno con cierto retraso mental, otro aficionado al heavy metal y creyente en la wicca, y un tercero que parece dejarse llevar por este último. ¿Culpables o chivos expiatorios? El documental sigue el juicio, las reacciones no siempre pacíficas de los familiares de las víctimas, el enfrentamiento entre la «religión buena» y el satanismo, entre Dios y Satanás, venganza vs. perdón... y todo ello convertido en un circo mediático donde hasta la HBO, la responsable del documental, se permite aportar pruebas. La banda sonora es de Metallica...

 

«FINDING FELA» (2014) - ALEX GIBNEY

 
 Finding Fela
... documental que utiliza como columna vertebral el musical Fela! (estrenado en Broadway en 2009), basado en la vida del genial y excesivo músico nigeriano Fela Anikulapo Kuti, aka Fela Kuti, para hablarnos sobre su vida, su música y su compromiso político. La música de dicha obra está ejecutada por Antibalas, la banda de afrobeat.
Nacido en una familia pudiente pero también comprometida, Fela abandona Nigeria para estudiar música en Londres, ciudad en la que podrá comprobar el racismo de la sociedad británica de la época. Posteriormente viajará a Estados Unidos donde conocerá a la que será su esposa y donde su incipiente discurso político se verá influido por los Black Panthers y el movimiento de liberación negro.
De regreso a Nigeria, su vida pivotará entre sus actuaciones en el mítico club Shrine y su residencia en la autodenominada república de Kalakuta, un enclave musical y político, al margen del corrupto sistema político nigeriano, donde Fela vive rodeado de esposas (se casó con 27 en una sola ceremonia) y decenas de colaboradores. Por allí se pasea en calzoncillos, fuma hierba, compone música, disfruta de los placeres sexuales de la poligamia, lanza soflamas contra el gobierno dictatorial de Nigeria de los años 70 y 80... Precisamente será el constante ataque que hace en las letras de su abundante discografía, así como en los discursos que da, lo que provocará el contraataque del poder en forma de entradas de la policía en su casa, en su pequeña pero resiliente república, destrozándolo todo, dando palizas a sus moradores, arrojando a la madre de Fela Kuti por la ventana de un segundo piso y deteniendo al músico y obligándolo a pasar temporadas en prisión.
Y mientras tanto su música va evolucionando. Armado de un discurso político que, a medida que va sufriendo las represalias y la violencia del poder, se va haciendo más duro, sin doblegarse, Fela parte de un intento inicial por fusionar el high life y el jazz, enraizado en la cultura yoruba nigeriana, al que después se van incorporando otras influencias, como la de la música frenética de James Brown. Con esos ingredientes va grabando decenas de discos con bandas con una larga nómina de músicos y bailarinas, como Africa 70 o la posterior Egypt 80, donde cuenta con grandes profesionales como el baterista Tony Allen, creador junto a Fela Kuti del sonido afrobeat.
Fela se convertirá en un líder africano cuyas canciones son conocidas por su pueblo, que lo ama y lo idolatra. Su figura recuerda a la de Bob Marley, pero también a otros músicos importantes, como John Coltrane, o incluso figuras políticas de la talla de Nelson Mandela, Luther King o Malcolm X. De hecho pensaba en convertirse algún día en el presidente de su país.
En la última etapa de su vida, y quizás debido a la trágica muerte de su madre, vemos a un Fela Kuti más espiritual y religioso, influenciado por una figura siniestra que no se separa de él, el Professor Hindu, un ganés mezlca de guru y de mago que tiene fascinado al músico.
Finalmente, Fela morirá, víctima del SIDA, y su cuerpo será velado en un estadio deportivo por cientos de miles de personas y paseado después en coche durante horas, en medio de un caótico tumulto, por la ciudad de Lagos...
 

V FESTIVAL DE CINE Y DERECHOS HUMANOS DE MADRID - GRATIS - ON LINE

Hasta el 13 de diciembre.
La V edición del Festival de Cine y Derechos Humanos de Madrid se realiza exclusivamente online y ofrece más de 60 películas para visionar (de países como México, Colombia, India, China o España).
El Festival de Cine y Derechos Humanos de Madrid se plantea como una plataforma para difundir los Derechos Humanos y la Cultura de Paz, a través de trabajos cinematográficos, que inspiren a debatir y reflexionar, que aporten herramientas para observar, analizar y comprender realidades complejas.



https://cineyderechoshumanos.fcdhm.com

Contraseña: 10diasdecine

El programa: https://fcdhm.com/programa/

«GRIZZLY MAN» (2005) - WERNER HERZOG

... Grizzly Man es un documental del director alemán Werner Herzog centrado en la figura de Timothy Treadwell, un estadounidense que harto de su rutina y de sus problemas decide pasar los veranos en el parque nacional Katmai, en Alaska, conviviendo con los osos grizzlies (el más agresivo de los osos pardos y que puede llegar a pesar más de media tonelada). La película mezcla imágenes rodadas por el propio Treadwell, donde se aprecian sus acercamientos más o menos peligrosos a los osos, y las imágenes rodadas por Herzog, que tratan de reconstruir cómo fue la vida de Treadwell durante esos veranos, antes de que en octubre de 2003 uno de los osos lo atacara a él y a su novia, Amie Huguenard, y se los comiera (no es espóiler: esto se sabe desde el principio de la película). El director alemán entrevista a personajes cercanos al protagonista, a sus padres, a algunos colaboradores o amigos... Esos testimonios, unidos a las imágenes filmadas por Treadwell y a sus diarios, revelan una persona que fue camarero, actor, con ciertos problemas psicológicos, enganchado al alcohol, y que encuentra en la naturaleza una posible salida. En esas más de cien horas de vídeo, Treadwell se muestra cada vez más alejado del mundo de los humanos, en algunas ocasiones manifiesta una actitud pueril, infantil; en otras aparece colérico, agresivo, y a menudo se deja llevar por el personaje algo histriónico que él mismo ha construido ante el mundo, una suerte de ecologista que parece más preocupado por cómo aparece ante la cámara que por el medio ambiente. Treadwell quiere convertirse en un animal más, y para ello no duda en traspasar la barrera que separa al hombre de un animal tan peligroso como el oso grizzly...

 

«THE UP SERIES» (1964-2019) - MICHAEL APTED

The up series es una serie de documentales de corte antropológico y sociológico, producida por Granada Television para ITV; un experimento de extenso recorrido en el que su director, el británico Michael Apted, se encuentra con 14 personas y las va entrevistando a lo largo de su vida en periodos de 7 años.
En el primer capítulo, titulado Seven Up!, emitido en 1964, asistimos a la presentación de un grupo de niños y niñas británicos de 7 años. Son críos de diferente extracción social, educados en colegios de pago o públicos, incluso en orfelinatos. Pasan juntos el día: van al zoo, hacen una fiesta, visitan un parque de diversión... Apted les pregunta por sus gustos, sus sueños... Algunos tienen padres severos que les han marcado su futuro a hierro y fuego, otros tienen padres con problemas de tipo económico, psicológico... e incluso los hay que no conocen a alguno de los padres. «Dame al niño hasta que cumpla siete años y te mostraré al hombre», la célebre sentencia de la orden jesuita, fundada por san Ignacio de Loyola, es el leitmotiv de la serie. ¿Es posible que el carácter de una persona esté perfectamente definido a una edad tan tierna y se mantenga en lo esencial durante toda su vida? ¿Pueden los avatares del destino y las imposiciones exteriores cambiar y redefinir ese carácter? Si uno ve la serie, inacabada por definición, puede hacerse una idea y sacar sus propias conclusiones.
Aunque terminó convirtiéndose en toda una serie de capítulos, Seven Up! estaba concebido como un único documental. Se trataba de mostrar hasta qué punto la extracción social y, sobre todo, la educación recibida contribuían a reforzar un sistema social clasista en la sociedad británica.
A lo largo de los diferentes capítulos, nos colamos en la vida de los protagonistas cuando tienen 7, 14, 21, 28, 35, 42, 49, 56 y 63 años (que se corresponden con los nombres de los episodios). Vemos fragmentos de su día a día; cuentan ante la cámara cómo han pasado los últimos siete años, desde la anterior visita; nos hablan de los cambios que han sucedido en sus vidas... De esta manera el espectador contempla, con una curiosidad no exenta de morbo, como lo haría un entomólogo o el propio Michael Apted, a estas 14 personas, convertidas en una suerte de conejillos de Indias. Los ve crecer, convertirse en adolescentes, luego en jóvenes y después en adultos. Vemos que sus cuerpos van cambiando de manera evidente después de cada lapso de 7 años. Van ganando kilos y perdiendo pelo, sus dentaduras se van degradando... se van haciendo mayores. Eso en cuanto al aspecto más visible, el exterior. Respecto al otro envejecimiento, el interior, se hace evidente a través de las entrevistas incisivas que les hace el director, en las que les somete a un interrogatorio que a menudo no es nada grato para los protagonistas —así lo confiesan algunos, en ocasiones incluso de manera airada—, pues les hace revivir episodios de sus vidas que creían enterrados y que a veces son muy dolorosos. De hecho, algunas de las personas que aparecen en el documental acaban desvinculándose de él por decisión propia, ya sea temporalmente o de manera definitiva.
Enfermedad, cambios de trabajo, desempleo, parejas, matrimonios, divorcios, nuevas parejas, nuevos matrimonios, familias que crecen, viajes, cambios de casa, muerte de seres queridos, llegada de nietos, vagabundeo, incertidumbre, amor (el que algunos de ellos no tuvieron en su infancia y ahora tratan de prodigar), sueños que se desvanecen, caminos inesperados que se abren... La vida modelando a su antojo, a veces zarandeando, a los protagonistas. Probablemente, para el espectador el principal atractivo de la serie es justamente ese: poder contemplar en cada capítulo que la vida de todas estas personas ha avanzado siete años y cómo el paso del tiempo les ha hecho cambiar. A lo largo de los 9 capítulos que hasta la fecha se han emitido, el espectador —no importa su nacionalidad— se da cuenta de que esas vidas que aparecen en la pantalla no son muy diferentes de la suya, de que la vida es justamente eso que vemos en la serie, que no es ninguna ficción sino una verdad universal. Quizás por ello, uno no puede evitar encariñarse con los protagonistas, pues los conoce desde que apenas tenían 7 años, los siente como algo suyo, como si fueran alguien de nuestro barrio o como si se tratase de esos familiares a los que se ve de pascuas a ramos y por los que se sigue sintiendo afecto, a pesar del tiempo transcurrido o de la distancia física.
En los episodios finales (incluido ese 63 emitido en 2019 en el que se hacen referencias a Donald Trump o al Brexit), franqueada la barrera de los 50 y con una perspectiva más consolidada, los protagonistas comienzan a hacer balance de sus vidas, y es ahí cuando emerge una verdad no siempre evidente: lo que sustenta sus vidas no es tanto lo que han conseguido, sus logros, sino las personas a las que aman, sus parejas, sus hijos, sus nietos, sus amigos... Es justamente ese amor lo que da sentido a su existencia y lo que les hace seguir adelante. Esperemos que haya un episodio titulado 70 y muchos más.
 
 Social & Developmental Processes - Psychology Research Guide - LibGuides at  Otterbein University

MICROCRÍTICAS CINÉFILAS (20): «BUNCH OF KUNST» (2017) - CHRISTINE FRANZ

Bunch of Kunst ... «Bunch of Kunst» es un documental sobre la banda británica Sleaford Mods, un dúo de cincuentones que tras pasarse la vida encadenando trabajos alimenticios ha conseguido vivir de su música, una mezcla pegadiza y bailable de punk, hip-hop, música electrónica... y cuyas letras, entre eructos, tacos, rebuznos y toses, hablan sobre la clase obrera y critican a los políticos británicos. Jason Williamson canta las canciones, grita y baila, mientras Andrew Fearn, el compositor de la música, dispara las pistas en su portátil y, a falta de cosa mejor que hacer, se bebe un botellín y mueve un poco el cuerpo. Lo interesante de esta banda es su actitud honesta: dicen lo que piensan y no aspiran a mucho más que a pasar un buen rato; no son unos veinteañeros ávidos de éxito y saben que su éxito es transitorio, así que aprovechan su buen momento para hacer algo de pasta. La cámara viaja con ellos y con su mánager (que dejó su trabajo para dedicarse a su promoción), se cuela en sus ensayos, en sus viajes en coche, los conciertos en salas pequeñas llenas de borrachos que cantan sus canciones como si fueran auténticos himnos..., pero también asistimos a momentos más espectaculares: sus actuaciones en grandes festivales, su fichaje por una nueva compañía que les promete mejores condiciones, su gira en un autobús equipado con literas, cocina...

MICROCRÍTICAS CINÉFILAS (16): «MILES DAVIS: BIRTH OF THE COOL» (2019) - STANLEY NELSON

Miles Davis: Birth of the Cool ... recomendable este documental sobre el trompetista Miles Davis. Sus amores, sus enganches con las drogas, sus accidentes... y, cómo no, anécdotas jugosas contadas por sus parejas, por otros músicos o por el actor que pone su voz rugosa en off y hace de Miles. Una de las anécdotas más interesantes, y que explica su progresivo alejamiento del mundo, está contada por él mismo y tuvo lugar a la entrada del Birdland, en una época en que Miles y su banda tocaban allí: el trompetista acompañó a una mujer blanca a coger un taxi a la entrada del club y se le acercó un policía blanco y le ordenó que se marchara de allí, sin importarle que fuera uno de los mejores músicos del mundo. Como no podía ser menos, el asunto terminó a hostia limpia, tal y como acreditan algunas fotos de la época, donde se ve al músico elegantemente vestido con un traje manchado de sangre. Cuenta Miles que aquel hecho, ser un hombre importante, con dinero y con prestigio, pero negro en un país muy racista, lo traumatizó y lo marcó para siempre...

«EL FASCISMO ORDINARIO» (OBYKNOVENNYY FASHIZM) (1965) - MIKHAIL ROMM

El fascismo ordinario ... documental de 1965 y algo más de dos horas de duración, construido en su mayoría con imágenes rodadas por los nazis y fotografías incautadas a oficiales de las SS, incluso del archivo fotográfico personal de Hitler. Está estructurada en 16 capítulos, sobre los que planea la voz en off del director, el ruso Mikhail Romm, que es el encargado de hacer el montaje de esas imágenes —verdadera esencia de este filme— y hacer las veces de narrador. Romm nos comenta, a menudo con fino humor e ironía, lo que estamos viendo, cómo era la vida en la Alemania de aquella época, antes, durante y después del nazismo. Nos describe el origen de Hitler, su llegada al poder, el decidido apoyo de ciertos empresarios que luego recibieron un trato de favor durante la guerra: Krupp, Thyssen, Flick... Nos habla del modo en que el dictador manejaba a las masas, «con las masas hay que manejarse como con las mujeres», hay que apelar a los instintos más primarios y usar la fuerza si es necesario. Asistimos también a actos de exaltación fascista, como los desfiles, una de las estrategias de propaganda del nazismo para exhibir músculo, o la quema de libros de «autores indeseables». 
La película contiene imágenes curiosas, como esas que muestran la elaboración de una edición especial de Mein Kampf, la biblia del nazismo, con páginas de piel de ternero y cubiertas de acero, destinada a durar una eternidad, o esa otra secuencia donde un médico habla con una mujer que va a casarse en breve y el galeno le explica que las mujeres deben mostrarse sumisas, especialmente en el trato carnal con hombres de pura raza aria, no necesariamente sus maridos, para poder procrear niños puros, acordes al supremacismo ario.
Pero había también otra Alemania, nos cuenta Romm: la de la Revolución de Noviembre de 1918 y el asesinato de Karl Liebknecht y Rosa Luxemburgo o la de aquellos que se negaron a apoyar el loco proyecto de Hitler.
La banalidad del mal, esa de la que hablaba Hannah Arendt, o la cotidianidad del fascismo se muestra evidente en esas fotos que, a modo de recuerdos o de trofeos, guardan los oficiales nazis y que muestran todas las atrocidades que son capaces de perpetrar: ejecuciones, el gueto de Varsovia (del que no quedaron ni las cenizas), campos de concentración, cámaras de gas... 
En El fascismo ordinario, vemos cómo años después, Willy Brandt, el que fuera canciller de Alemania Occidental, invita a olvidar el nazismo, pues ya ha pasado mucho tiempo. Mikhail Romm nos advierte que aunque cambie la forma de las esvásticas, la esencia del fascismo no muta, y sigue ahí, acechante...

«LA COLUMNA DE LOS OCHO MIL» - PRODUCCIONES MORRIMER

... «La columna de los ocho mil» es un documental sobre la Guerra Civil Española. En la provincia de Badajoz se había formado una pequeña bolsa de republicanos en las comarcas de Jerez de la Frontera y Fregenal de la Sierra, donde se iban concentrando todos los que huían del avance de las tropas fascistas. Finalmente, cuando la situación se hace insostenible, una columna de unas ocho mil personas intentará escapar de esa bolsa y llegar a zona republicana...

«LA CIUDAD ES NUESTRA» - TINO CALABUIG y MIGUEL ÁNGEL CÓNDOR

Título original: La ciudad es nuestra
Año: 1975
Duración: 56 min.
País: España
Dirección y guión: Tino Calabuig, Miguel Ángel Cóndor
Música: Juan Antonio Muñoz
Fotografía: Miguel Ángel Cóndor, Tino Calabuig
Género: Documental

... «solamente en Madrid, de 1955 a 1965, su cinturón periférico crece en más de un millón de habitantes».
Película documental de Tino Calabuig y Miguel Ángel Cóndor que aborda los problemas derivados de la emigración del campo a la ciudad, más concretamente a la ciudad de Madrid. Extrarradios repletos de mano de obra barata, chabolas, barro; sin alcantarillado, sin hospitales ni escuelas y sin infraestructura de ningún de tipo, y abandonados a su suerte por el Estado. Se describe la creación, no exenta de dificultades y de trabas, de asociaciones vecinales en zonas obreras como Barrio del Pilar, Pozo del Tío Raimundo, Orcasitas, Leganés, San Blas, Villarosa y Progreso, y cómo dichas asociaciones van construyendo tejido social y conformando un movimiento vecinal de protesta y reivindicación en tiempos del tardofranquismo...