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"VIDEODROME" - DAVID CRONENBERG


Primero controla tu mente... luego destruye tu cuerpo

Publicado por Javier Serrano en La República Cultural:
http://larepublicacultural.es/article3877.html?var_mode=calcul 

Max Renn (James Woods) es el responsable del Canal 83, (irónicamente llamada Civic TV, "la que te llevas contigo a la cama"), un canal de televisión especializado en emitir violencia y pornografía. En su búsqueda incesante de imágenes cada vez más duras, descubre un programa de televisión, Videodrome, cuya sola visión provoca un tumor cerebral en el espectador, lo que irremisiblemente conduce a éste a tener alucinaciones. En su investigación del origen de Videodrome, Max Renn entrará en contacto con personajes inquietantes, como Nicki Brand (Deborah Harry, la cantante del grupo Blondie), la psiquiatra sadomasoquista; el misterioso profesor Brian O’Blivion (Jack Creley) que sólo aparece en cintas de vídeo, filósofo y gurú de la Cathode Ray Mission, una misión donde los los indigentes reciben alimento y ropa, además de sesiones intensivas de imágenes de vídeo. Poco a poco, a medida que Renn vaya examinando las cintas de Videodrome irá teniendo horribles alucinaciones (excelente el trabajo de efectos especiales de maquillaje de Rick Baker), donde realidad y ficción se mezclan, y que le conducirán a un final dramático. A destacar la secuencia en que una cinta de vídeo es introducida en una herida, abierta y vertical, en el vientre de Renn, como si de un reproductor de vídeo se tratara.
El siempre inquietante David Cronenberg ofrece en Videodrome toda una parábola sobre el mundo de la televisión y de la imagen, sobre cuáles han de ser los límites (si es que ha de haberlos) en lo que se emite en la televisión; sobre los riesgos de una sobreexposición a las imágenes; sobre cómo el mundo de la imagen, de la televisión, afecta a nuestras vidas… La perturbadora música de Howard Shore enfatiza el horror de las alucinaciones y el misterio que hay detrás del siniestro Videodrome.
A pesar de que la película es de 1982, la reflexión que nos propone Cronenberg tiene una vigencia total en un mundo como el nuestro, donde los canales de noticias son sustituidos por reality shows en los que personajes que buscan el estrellato se dejan contemplar como si estuvieran en un zoo.