Poemas extraídos de "Donde el agua se une a otras aguas":
LLUVIA
Me desperté esta mañana con
unas ganas tremendas de quedarme todo el día en la cama
leyendo. Luché contra ello durante un rato.
Me asomé entonces a la ventana y estaba lloviendo.
Y me rendí. Me dediqué por entero
al cuidado de esta mañana lluviosa.
¿Viviría mi vida otra vez?
¿Con los mismos errores imperdonables?
Sí, a la mínima posibilidad que tuviera. Sí.
DINERO
Para ser capaz de vivir
en el lado correcto de la ley.
Para usar siempre su verdadero nombre
y número de teléfono. Para prestarle algo
a una amiga y no soltar
un taco si la amiga se va de la ciudad.
Esperar, de hecho, que lo haga.
Para darle algo
a su madre. Y a sus
hijos y sus madres.
No ahorrar. Quiere
disfrutarlo antes de que se acabe.
Comprar ropa.
Pagar el alquiler y el servicio público.
Comprar comida y algo más.
Salir a cenar si le apetece.
¡Y estaría muy bien
pedir algo fuera del menú!
Comprar drogas cuando quiera.
Comprar un coche. Si se avería,
repararlo. O comprar
otro. ¿Ves ese
barco? Podría comprar uno
igual. Y doblar
el cabo de Hornos, buscando
compañía. Conoce a una chica
en Porto Alegre a la que le encantaría
verle a bordo
de su propio barco, a toda vela,
entrar en el puerto a buscarla.
Un amigo que pueda permitirse
venir a verla
de esa forma. Sólo porque
le gusta el sonido
de su risa
y su manera de mover el pelo.
Me desperté esta mañana con
unas ganas tremendas de quedarme todo el día en la cama
leyendo. Luché contra ello durante un rato.
Me asomé entonces a la ventana y estaba lloviendo.
Y me rendí. Me dediqué por entero
al cuidado de esta mañana lluviosa.
¿Viviría mi vida otra vez?
¿Con los mismos errores imperdonables?
Sí, a la mínima posibilidad que tuviera. Sí.
DINERO
Para ser capaz de vivir
en el lado correcto de la ley.
Para usar siempre su verdadero nombre
y número de teléfono. Para prestarle algo
a una amiga y no soltar
un taco si la amiga se va de la ciudad.
Esperar, de hecho, que lo haga.
Para darle algo
a su madre. Y a sus
hijos y sus madres.
No ahorrar. Quiere
disfrutarlo antes de que se acabe.
Comprar ropa.
Pagar el alquiler y el servicio público.
Comprar comida y algo más.
Salir a cenar si le apetece.
¡Y estaría muy bien
pedir algo fuera del menú!
Comprar drogas cuando quiera.
Comprar un coche. Si se avería,
repararlo. O comprar
otro. ¿Ves ese
barco? Podría comprar uno
igual. Y doblar
el cabo de Hornos, buscando
compañía. Conoce a una chica
en Porto Alegre a la que le encantaría
verle a bordo
de su propio barco, a toda vela,
entrar en el puerto a buscarla.
Un amigo que pueda permitirse
venir a verla
de esa forma. Sólo porque
le gusta el sonido
de su risa
y su manera de mover el pelo.
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