Publicado por Javier Serrano en La República Cultural:
http://www.larepublicacultural.es/article4296.html
Título original: Debtocracy, 2011
Dirección: Katerina Kitidi y Ari Hatzistefanou
Duración: 75’
País: Grecia
Productora: Costas Efimeros, BitsnBytes.gr
http://www.larepublicacultural.es/article4296.html
Título original: Debtocracy, 2011
Dirección: Katerina Kitidi y Ari Hatzistefanou
Duración: 75’
País: Grecia
Productora: Costas Efimeros, BitsnBytes.gr
Debtocracy (en español Deudocracia) es una producción de 2011 que todavía no ha llegado (si es que alguna vez lo hace) a las pantallas españolas. Es un documental rodado con el dinero personal de sus directores y las donaciones de amigos, y difundido gratuitamente en Internet (en versión original con subtítulos en inglés) a través de la web debtocracy.gr.
Debtocracy indaga en las causas del actual colapso griego. A través de entrevistas con diferentes especialistas, nos habla de la tradicional situación de endeudamiento del país heleno, agudizada a partir de 1980; también de cómo afectó al país su incorporación a la Unión Europea, con la consiguiente competencia en igualdad de condiciones con los otros socios, hecho éste que uno de los entrevistados equipara a un combate de boxeo entre Cassius Clay y otro boxeador de un peso muy inferior. Debtocracy utiliza el concepto de "deuda odiosa", la deuda contraída por los dirigentes de un país a espaldas de su pueblo (hecho éste más que frecuente en la mayoría de los países del denominado Tercer Mundo), y se cuestiona su legalidad. Pone varios ejemplos en los que no se cumplieron los compromisos: Estados Unidos no pagó la deuda contraída por Cuba tras la guerra hispano-americana; la negativa de México a pagar la deuda del emperador Maximiliano I; Estados Unidos maquillando la deuda del Irak post Husseim para rebajarla…
Debtocracy también habla de los PIGS (o también PIIGS, dependiendo de si se incluye a Irlanda), siglas despectivas ("pig" es cerdo en inglés) para referirse a los países del sur de la Unión Europea: Portugal, Italia, Grecia y España ("Spain" en inglés), y de sus apuros económicos. También de la tensión entre países centrales y países periféricos, o entre libertad y soberanía, concepto éste, se asegura, del que carece Grecia.
Saltando al otro lado del charco, Debtocracy asemeja el caso griego con el caso argentino, donde su presidente tuvo que salir literalmente volando; o más recientemente con el caso del Ecuador de Correa, donde una auditoría reveló la ilegalidad de gran parte de la deuda contraída en el último medio siglo.
Debtocracy arremete contra las grandes instituciones financieras del mundo: el FMI (cuya intervención en un país hace bajar, se afirma en el documental, la esperanza de vida de la población), el Banco Mundial, el Banco Central Europeo, pero también contra el sistema griego de impuestos o contra los propios dirigentes griegos y sus artimañas contables para ocultar el auténtico nivel de endeudamiento del país y su elevadísimo déficit público, todo ello bajo la mirada atenta y connivente del banco estadounidense Goldman Sachs; contra los medios de información (o mejor, de desinformación)…
Debtocracy recoge una iniciativa donde se propone formar un grupo independiente de especialistas encargado de realizar una auditoría a las arcas griegas para precisar la cuantía real de la deuda, y una vez hecho esto viene la pregunta inevitable: ¿es moral pagar una deuda inmoral? Y si no lo es, ¿pagarán finalmente el pato los griegos?
http://www.youtube.com/watch?v=qKpxPo-lInk
Debtocracy indaga en las causas del actual colapso griego. A través de entrevistas con diferentes especialistas, nos habla de la tradicional situación de endeudamiento del país heleno, agudizada a partir de 1980; también de cómo afectó al país su incorporación a la Unión Europea, con la consiguiente competencia en igualdad de condiciones con los otros socios, hecho éste que uno de los entrevistados equipara a un combate de boxeo entre Cassius Clay y otro boxeador de un peso muy inferior. Debtocracy utiliza el concepto de "deuda odiosa", la deuda contraída por los dirigentes de un país a espaldas de su pueblo (hecho éste más que frecuente en la mayoría de los países del denominado Tercer Mundo), y se cuestiona su legalidad. Pone varios ejemplos en los que no se cumplieron los compromisos: Estados Unidos no pagó la deuda contraída por Cuba tras la guerra hispano-americana; la negativa de México a pagar la deuda del emperador Maximiliano I; Estados Unidos maquillando la deuda del Irak post Husseim para rebajarla…
Debtocracy también habla de los PIGS (o también PIIGS, dependiendo de si se incluye a Irlanda), siglas despectivas ("pig" es cerdo en inglés) para referirse a los países del sur de la Unión Europea: Portugal, Italia, Grecia y España ("Spain" en inglés), y de sus apuros económicos. También de la tensión entre países centrales y países periféricos, o entre libertad y soberanía, concepto éste, se asegura, del que carece Grecia.
Saltando al otro lado del charco, Debtocracy asemeja el caso griego con el caso argentino, donde su presidente tuvo que salir literalmente volando; o más recientemente con el caso del Ecuador de Correa, donde una auditoría reveló la ilegalidad de gran parte de la deuda contraída en el último medio siglo.
Debtocracy arremete contra las grandes instituciones financieras del mundo: el FMI (cuya intervención en un país hace bajar, se afirma en el documental, la esperanza de vida de la población), el Banco Mundial, el Banco Central Europeo, pero también contra el sistema griego de impuestos o contra los propios dirigentes griegos y sus artimañas contables para ocultar el auténtico nivel de endeudamiento del país y su elevadísimo déficit público, todo ello bajo la mirada atenta y connivente del banco estadounidense Goldman Sachs; contra los medios de información (o mejor, de desinformación)…
Debtocracy recoge una iniciativa donde se propone formar un grupo independiente de especialistas encargado de realizar una auditoría a las arcas griegas para precisar la cuantía real de la deuda, y una vez hecho esto viene la pregunta inevitable: ¿es moral pagar una deuda inmoral? Y si no lo es, ¿pagarán finalmente el pato los griegos?