Textos extraídos de El arte de insultar, de Arthur Schopenhauer
(Alianza Editorial).
LOS CRÍTICOS ANÓNIMOS
Un crítico anónimo es un sujeto que
no quiere rendir cuentas sobre lo que dice o calla acerca de
los demás y de las obras que éstos producen.
Hay que considerar de entrada al
crítico anónimo como un bribón que desde el principio se propone
engañarnos. Así lo intuyen aquellos críticos que escriben en las
revistas honnêtes [honestas] y firman con nombre y apellido.
Cuando se trata de atacar, Don Anónimo
personifica a Don Canalla.
Antes que nada, habría que eliminar
ese refugio de todas bellaquería literaria, el anonimato. Ha
sido introducido en las revistas literarias so pretexto de proteger
al crítico honorable, mentor del público, de la cólera del autor
reseñado y de la de sus padrinos. Sólo que por cada caso como éste
hay cien más en los que sólo sirve para librar de toda
responsabilidad al que no está en condiciones de defender aquello
que dice, o incluso para encubrir la vergüenza de quienes son lo
suficientemente venales e indignos como para elogiar ante el público
un libro malo a cambio de la propina de un editor. A menudo sirve
también para tapar la mediocridad, la insignificancia y la
incompetencia del que juzga. Es increíble la desfachatez de algunos
sujetos y las trampas que cometen cuando se sienten amparados por el
anonimato. Así como existen antídotos, sirva como antídoto
universal contra la crítica contenida en todas las recensiones
anónimas, sin importar si pecan por alabar lo malo o censurar lo
bueno, el siguiente: «¡Bribón, danos tu nombre! Pues sólo los
pícaros y los criminales se cubren el rostro o se ocultan tras una
capa para asaltar a la gente decente». Por lo tanto: «¡Danos tu
nombre, bribón!» [...] ¿Acaso se permitiría que un hombre,
estando enmascarado, arengara a la multitud o hablara ante una
asamblea? ¿Y qué tal si éste, para colmo, se atreviera a atacar a
los demás y cubrirlos de oprobios? ¿No lo pondrían enseguida de
patitas en la calle?
Quien escribe y polemiza anónimamente
se hace eo ipso sospechoso de querer engañar al público o
manchar impunemente el honor ajeno. Por eso, para mencionar al
crítico anónimo, aunque sea ocasionalmente y sin ánimo de
censurarlo, se deberían emplear epítetos como: «el cobarde y
anónimo bribón tal o cual» o «el embozado y anónimo truhán de
tal o cual revista», y así sucesivamente. Éste es en verdad el
tono correcto y apropiado para referirse a tales sujetos y dejarlos
sin trabajo.
Una impertinencia particularmente
ridícula de semejantes críticos anónimos consiste en que éstos,
al igual que los reyes, se valen del «nosotros», cuando más bien
deberían hablar no sólo en singular, sino en diminutivo, e incluso
en «humillativo», utilizando expresiones tales como por ejemplo «Mi
despreciable poquedad», «Mi cobarde astucia», «Mi embozada
incompetencia», «Mi pobre piltrafa», etc. ¡Así deberíais
hablar, bribones encubiertos, serpientes que siseáis desde la oscura
guarida de vuestra «revista literaria de provincia» y que merecéis
que se os cierre definitivamente el negocio!
En cuanto a mí, preferiría dirigir un
casino o un burdel antes que semejante antro de críticos anónimos.
LOS CRÍTICOS LITERARIOS
Hay críticos que consideran que
depende de ellos establecer lo que es bueno y malo, y confunden su
trompeta de juguete con los clarines de la fama.
LAS CÁTEDRAS
Esos establos con pienso que son las
cátedras constituyen, en términos generales, el entorno ideal para
los rumiantes. En cambio, aquellos que prefieren atrapar su propio
alimento de manos de la naturaleza se hallarán mejor a la
intemperie.
LAS BIBLIOTECAS
Así como las capas geológicas
preservan estratificados los seres vivos de épocas pasadas, así las
estanterías de las bibliotecas conservan también por estratos los
errores pasados y su crónica; éstos, como aquéllos, estuvieron en
su tiempo muy vivos e hicieron mucho ruido, aunque ahora se
encuentren tan rígidos y fosilizados que únicamente la
paleontología literaria se interesa por ellos.
Me ha recordado a la entrada de hace unos días de Kiko Amat:
ResponderEliminarhttp://www.kikoamat.com/web/2011/10/%c2%a1twitterlinchamiento/