Publicado por Javier Serrano en La República Cultural:
http://www.larepublicacultural.es/article3911.html
La película es un falso documental que comienza siendo un reportaje de televisión del programa "Mientras usted duerme", en su visita a un parque de bomberos durante una noche cualquiera. El equipo formado por la presentadora y el cámara de televisión tiene la oportunidad de salir con los bomberos a una llamada de emergencia. Es ahí cuando llegan a un domicilio donde están ocurriendo sucesos extraños, y donde quedarán atrapados. Pase lo que pase, la consigna es no dejar de grabar en ningún momento. A partir de la llegada al misterioso inmueble, el filme se sumerge en un frenético carrusel de horror, derivando hacia la película de género, con todos sus ingredientes habituales; mientras, una misteriosa enfermedad se va extendiendo entre los habitantes del inmueble. En el exterior, las autoridades sanitarias decretan una cuarentena que aisla el edificio. Por momentos, la iluminación se va volviendo más escasa y en ocasiones, según explican sus directores Jaume Ballagueró y Paco Plaza, es como si se estuviera en un videojuego en el que hay que ir subiendo de nivel.
La cinta está filmada en Barcelona con equipos digitales de alta definición, rodada cámara al hombro para acentuar la sensación de nerviosismo y de movimiento; abundan los planos-secuencia larguísimos, a destacar ese plano que arranca desde el interior del camión de bomberos y nos sumerge en el inmueble y luego en uno de los pisos, y que marca el ingreso en el horror.
El elenco está bien escogido. En muchas ocasiones, los actores no sabían lo que iba a ocurrir: simplemente, debían improvisar (como el mismo guión abierto se iba improvisando), reaccionar de una manera acorde a su papel. La cámara es un personaje más, quizá incluso el más importante, si bien no la vemos en ningún momento. El espectador ha de componer en su cabeza, reuniendo las pistas que se han ido dejando en la narración, lo que ha ocurrido, averiguar el origen del mal.
Los efectos especiales, como es de esperar en una cinta de terror, son notables, y el logrado maquillaje va mostrando a través de los cuerpos, de los rostros, el avance de la enfermedad.
Si se ve en DVD recomiendo el visionado de los extras, donde los dos directores comentan largo y tendido su propia película.
La cinta consiguió dos Goyas y cuatro premios en el Festival Internacional de Sitges, además del consiguiente éxito de taquilla, tanto dentro como fuera de España, lo que provocó las posteriores secuelas y remakes (Quarantine) de la obra.
http://www.larepublicacultural.es/article3911.html
La película es un falso documental que comienza siendo un reportaje de televisión del programa "Mientras usted duerme", en su visita a un parque de bomberos durante una noche cualquiera. El equipo formado por la presentadora y el cámara de televisión tiene la oportunidad de salir con los bomberos a una llamada de emergencia. Es ahí cuando llegan a un domicilio donde están ocurriendo sucesos extraños, y donde quedarán atrapados. Pase lo que pase, la consigna es no dejar de grabar en ningún momento. A partir de la llegada al misterioso inmueble, el filme se sumerge en un frenético carrusel de horror, derivando hacia la película de género, con todos sus ingredientes habituales; mientras, una misteriosa enfermedad se va extendiendo entre los habitantes del inmueble. En el exterior, las autoridades sanitarias decretan una cuarentena que aisla el edificio. Por momentos, la iluminación se va volviendo más escasa y en ocasiones, según explican sus directores Jaume Ballagueró y Paco Plaza, es como si se estuviera en un videojuego en el que hay que ir subiendo de nivel.
La cinta está filmada en Barcelona con equipos digitales de alta definición, rodada cámara al hombro para acentuar la sensación de nerviosismo y de movimiento; abundan los planos-secuencia larguísimos, a destacar ese plano que arranca desde el interior del camión de bomberos y nos sumerge en el inmueble y luego en uno de los pisos, y que marca el ingreso en el horror.
El elenco está bien escogido. En muchas ocasiones, los actores no sabían lo que iba a ocurrir: simplemente, debían improvisar (como el mismo guión abierto se iba improvisando), reaccionar de una manera acorde a su papel. La cámara es un personaje más, quizá incluso el más importante, si bien no la vemos en ningún momento. El espectador ha de componer en su cabeza, reuniendo las pistas que se han ido dejando en la narración, lo que ha ocurrido, averiguar el origen del mal.
Los efectos especiales, como es de esperar en una cinta de terror, son notables, y el logrado maquillaje va mostrando a través de los cuerpos, de los rostros, el avance de la enfermedad.
Si se ve en DVD recomiendo el visionado de los extras, donde los dos directores comentan largo y tendido su propia película.
La cinta consiguió dos Goyas y cuatro premios en el Festival Internacional de Sitges, además del consiguiente éxito de taquilla, tanto dentro como fuera de España, lo que provocó las posteriores secuelas y remakes (Quarantine) de la obra.
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